La pandemia ha hecho mella en las campañas de solidaridad de Obras Misionales Pontificias (OMP). Las limitaciones de colectas en las parroquias y reestricciones para organizar actividades de sensibilización, especialmente en los colegios, ha hecho que en 2020 se haya recaudado alrededor de 1,79 millones de euros menos con respecto a 2019. En total, en el año del coronavirus los españoles donaron un total de 17,23 euros, frente al año anterior, que la cifra ascendió a 19,02 millones.
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“Me da pena y es triste que haya bajado la recaudación. Nuestro interés no es recaudar mucho, pero es verdad que ese millón de euros que falta es un millón de euros que no llega a los territorios de misión”, expuso el director de Obras Misionales Pontificias, José María Calderon, durante una rueda de prensa para presentar la Memoria de Actividades 2020 de la entidad. Aun así, hizo hincapié en que, “teniendo en cuenta el contexto concreto del coronavirus que nos ha llevado a estar encerrado, me doy con un canto en los dientes con lo que hemos recaudado por las circunstancias concretas. La situación ha sido tan excepcional que no podemos hacer comparativa con ningún otro año y espero que no sea un reflejo de un cambio tendencia”.
“La pandemia nos ha afectado a todos, aunque en algunos países ha subido la recaudación”, expuso por su parte Giampietro Dal Toso, presidente de OMP Internacional. Aun así, subrayó que “la aportación de España sigue siendo importante y su bajada no es significativa”. De la misma manera, recordó que “los misioneros están pasando muchas dificultades por la pandemia porque en muchas de estas Iglesias jóvenes el único ingreso es la misa dominical. Como se prohibieron las eucaristías, la situación se complicó y, de ahí, el fondo de emergencia que creó el Papa”. Con este punto de partida, planteó que, “como dice Francisco, cada crisis puede ser un oportunidad: o salimos más buenos o más malos. Podemos salir mejores porque se han desarrollado nuevas formas de recaudación y de animación”.
Así, el Domund recopiló ayudas por 12,86 millones de euros. A través de la campaña de Infancia Misionera se obtuvieron 2,49 millones de euros, mientras que en la Jornada de las Vocaciones Nativas se recaudaron 1,87 millones. A ello hay que unir los 452.140 euros obtenidos para el fondo de emergencia del Covid-19 creado por el Papa. En total, tras restar los gastos de pastoral, administración y de ayuda a los institutos misioneros, España puso a disposición de la Santa Sede 14,7 millones de euros. En cuanto a la procedencia de estos fondos, 7,7 millones proceden de parroquias, 3,78 millones de herencias, 1,02 de colegios y 4,73 de otra procedencia.
10.629 misioneros españoles en activo
Más allá del factor económico, actualmente hay 10.629 misioneros españoles en activo, 7.180 en territorio de misión a los que se unen otros 3.449 que se encuentran en nuestro país haciendo labores de animación o a la espera de destino. La mayoría son mujeres (54%) y la edad media es de 74 años. “Es bonito porque refleja que son fieles y están al pie del cañón hasta el final, pero también habla de falta de relevo”, matizó José María Calderón.
El presidente de OMP Internacional, agradeció la aportación de España al fondo internacional de solidaridad que se gestiona desde Roma para los 1.116 territorios de misión y que solo en 2019 repartió 130 millones de dólares en ayudas. “La misión no es cosa solo de religiosos y sacerdotes ni de las Iglesias más ricas, sino que es algo que toca la vida de cada cristiano a pesar de su vocación, del lugar de donde viva o de sus ingresos”, explicó, deteniéndose en cómo los países más pequeños también participan en esa bolsa común. Así, en el ejercicio 2020, con la portación realizada desde las Obras Misionales Pontificias de España se pudieron distribuir un total de 14,7 millones en subsidios para sacar adelante 940 proyectos en los cinco continentes, con una especial incidencia en África.
Para hacerse una idea, un sacerdote en España atiende, por regla general, la mitad de fieles que un cura en una Iglesia joven. Uno de cada tres bautismos que se realizan en el mundo tienen lugar en territorios de misión. Estas cifras revelan, no solo el empeño del Papa por poner la mirada en las periferias eclesiales, sino la labor que realiza en todo el planeta las OMP. “No somos una ONG, sino una obra eclesial que tiene como objetivo apoyar a los territorios de misión y promover el espíritu misionero”, aclaró Calderón.
La importancia de las Delegaciones de Misiones
“Como la Iglesia es misioneras por naturaleza, siempre habrá misión y, por tanto, la necesidad de sostener esta misión”, subrayó Dal Torso, poniendo la mirada de que el año que viene se cumplen, entre otras efemérides, 400 años de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. “En el pasado tenemos que encontrar la fuerza del carisma misionero para que siga vivo también hoy”, compartió, poniendo énfasis en cómo en España se está impulsando la presencia de familias misioneras.
Calderón también puso en valor la acciones de sensibilización que realizan las Delegaciones de Misiones, tanto dirigidas a los fieles en general, a la infancia y de comunicación. Prueba de ello es la labor de Chelo Rodríguez, voluntaria desde hace 40 años en la Delegación Diocesana de Misiones de Córdoba. “A nosotros eso de llamarnos voluntarios no nos gusta mucho, porque simplemente somos cristianos comprometidos y la animación misionera es nuestra manera de compartir la fe y la vida”, planteó. Rodríguez compartió cómo “frente al pasmo inicial del confinamiento, todo el mundo puso en común los panes y los peces que tenía, además de mucha creatividad en aras de un compromiso comunitario y el Señor lo ha multiplicado”.