América

Los demócratas católicos piden a los obispos de Estados Unidos no usar la comunión como arma

Casi 60 congresistas firman una declaración conjunta en la que defienden la labor social del partido y recuerdan que la eucaristía “no es un premio para los perfectos”





Casi 60 demócratas católicos de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, encabezados por los congresistas Rosa DeLauro, Sylvia García, Alexandria Ocasio-Cortez y Brendan Boyle han firmado una declaración sobre la importancia que le dan a la fe en su acción política, a raíz del anuncio de la Conferencia Episcopal del país de aprobar un documento sobre la comunicación de los políticos. Fechada el 18 de junio, reclaman a los prelados que eviten la “militarización” de la Eucaristía.



Libertad religiosa

Los políticos apelan directamente a algunas de las expresiones del papa Francisco para reivindicar que “la eucaristía, aunque es la plenitud de la vida sacramental, no es un premio para los perfectos sino una poderosa medicina y alimento para los débiles”. “Como legisladores, nosotros también estamos encargados de ser facilitadores de la Constitución que garantiza la libertad religiosa de todos los estadounidenses”, reivindican los congresistas antes el proceso seguido por los obispos. “Al hacerlo, garantizamos nuestro derecho a vivir nuestras propias vidas como católicos, pero también fomentamos una América con una rica diversidad de credos”, sentencian.

Para los congresistas, “ningún funcionario electo ha sido amenazado con que se le niegue la Eucaristía por apoyar y haber apoyado políticas contrarias a las enseñanzas de la Iglesia, incluyendo el apoyo a la pena de muerte, la separación de los niños migrantes de sus padres, la negación del asilo a los que buscan seguridad en los Estados Unidos, la limitación de la asistencia a los hambrientos e inseguros de alimentos, y la negación de los derechos y la dignidad de los inmigrantes”.

Ideales morales

En este sentido, más allá de las políticas sobre el aborto, los congresistas reivindican el seguimiento que de la Doctrina Social que se hace desde las bancadas de los demócratas “desde el aumento del acceso a la educación y la sanidad de alta calidad hasta la reducción de la pobreza”. “Estamos orgullosos de formar parte de la tradición católica viva, una tradición que promueve indefectiblemente el bien común, expresa un marco moral coherente para la vida y destaca la necesidad de proporcionar una red de seguridad colectiva a las personas más vulnerables de la sociedad”, apuntalan.

Desde la Conferencia Episcopal, la portavoz Chieko Noguchi, no ha querido hacer declaraciones al respecto de esta declaración de los políticos.

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