El papa Francisco, a través de la Secretaría de Estado del Vaticano, hizo llegar su consuelo y cercanía a las familias de las 15 personas que fueron asesinadas en la ciudad de Reynosa, Tamaulipas, el pasado 19 de junio por un grupo del crimen organizado.
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Según informaron las autoridades locales, los hombres armados ingresaron a diferentes colonias de Reynosa, que es una ciudad fronteriza, y atacaron a personas civiles inocentes, en un hecho que ha sido considerado como sin precedentes.
En los ataques también fallecieron cuatro personas que participaron del multihomicidio y han sido detenidas cinco más.
Un episodio injustificable
En su mensaje, dirigido al obispo de Matamoros, Eugenio Lira Rugarcía, el papa Francisco consideró el hecho como un “episodio de injustificable violencia que enluta a esa comunidad cristiana”.
“Al conocer la triste noticia del sangriento enfrentamiento que tuvo lugar en Reynosa y en el que numerosas personas inocentes perdieron la vida, el Santo Padre ofrece sufragios por el eterno descanso de los fallecidos”, señala el texto firmado por el cardenal Pietro Parolin, quien hace unas semanas estuvo en México.
Parolin pidió al Obispo de Matamoros que transmita el pésame de Su Santidad a los familiares “que lloran la pérdida de sus seres queridos, mientras pide al Señor, príncipe de la paz, que convierta el corazón de los violentos y conceda a los deudos el consuelo espiritual y serenidad de vida”.
El mensaje concluye con la bendición apostólica del papa Francisco, extensiva a cuantos participen en la celebración exequial, “como signo de fe y esperanza cristiana en el señor resucitado”.
