Polonia tiene un nuevo obispo relegado de su cargo de forma fulminante por el Vaticano al considerarse probada su “negligencia” en la gestión de los casos de abusos sexuales de su diócesis: Zbigniew Kiernikowski, quien ejercía como titular en la diócesis de Siedlce.
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Así lo reconoce en un comunicado la diócesis de Lublin, actual sede de Kiernikowski, explicando que han sido varias las acusaciones de negligencia en relación al caso concreto de un sacerdote que habría infringido abusos sexuales a un menor. Ante esto, el prelado se habría visto en la necesidad de presentar su renuncia, que ha sido aceptada por la Santa Sede.
Kiernikowski ejerció como obispo de Siedlce entre 2012 y 2014, años en que ocurrieron los hechos. De 64 años, fue ordenado obispo por Juan Pablo II en 2002 y, además de obispo, era miembro del Consejo Científico de la Iglesia polaca y de varias asociaciones católicas internacionales.
368 denuncias entre 2018 y 2020
El anuncio de la sustitución de Kiernikowski, que ha sido reemplazado por Andrzej Siemieniewski, se producía mientras el arzobispo de Varsovia, primado de Polonia, Woijciech Polak, presentaba este lunes el último informe estadístico de la Comisión de la Pedofilia de la Iglesia polaca.
En el documento, se revela que 368 casos de abusos sexuales a menores entre mediados de julio de 2018 y finales de 2020 por parte de 292 clérigos. Según ese mismo informe, se denunciaron otros 382 casos más en los 28 años anteriores aunque, como declaró el primado polaco, “no todos los afectados han decidido hablar de su dolor y denunciarlo”.
