“Esto no siempre es fácil, especialmente hoy, cuando una parte de la política, la sociedad y los medios de comunicación se compromete a crear enemigos y luego derrotarlos en un juego de poder”, dice Francisco
Francisco habla alto y claro en El Vídeo del Papa del mes de julio, en el que advierte de los peligros de dejarse arrastrar por los populismos y como estos destruyen la amistad social, tema central de un vídeo que arranca con la frase de la Biblia “todo el que encuentra un amigo encuentra un tesoro”.
“Me gustaría proponer a todos ir más allá de los grupos de amigos y construir la amistad social tan necesaria para una buena convivencia”, dice Francisco, animando a salir a encontrarse “sobre todo con los más pobres y vulnerables. Los que viven en las periferias”.
De esta manera, subraya la necesidad de “alejarse de los populismos que explotan la angustia del pueblo sin dar soluciones, proponiendo una mística que nada resuelve” y de escapar de la “enemistad social, que solo destruye”, así como salir de la “polarización”.
“Esto no siempre es fácil”, reconoce el Pontífice, “especialmente hoy, cuando una parte de la política, la sociedad y los medios de comunicación se compromete a crear enemigos y luego derrotarlos en un juego de poder”.
Ante esto, Francisco propone el diálogo como “la forma de mirar la realidad de una manera nueva, de vivir con pasión los desafíos en la construcción del bien común”. Finalmente, el Papa anima a rezar para que, “en situaciones sociales, económicas y políticas conflictivas, seamos valientes y apasionados arquitectos del diálogo y la amistad, hombres y mujeres que siempre extienden la mano, y que ya no haya lugar para la enemistad y la guerra”.
La Biblia dice que todo el que encuentra un amigo encuentra un tesoro.
Me gustaría proponer a todos ir más allá de los grupos de amigos y construir la amistad social tan necesaria para una buena convivencia.
Encontrarnos sobre todo con los más pobres y vulnerables. Los que viven en las afueras. Alejarse de los populismos que explotan la angustia del pueblo sin dar soluciones, proponiendo una mística que nada resuelve.
Escapa de la enemistad social, que solo destruye, y sal de la “polarización”.
Y esto no siempre es fácil, especialmente hoy, cuando una parte de la política, la sociedad y los medios de comunicación se compromete a crear enemigos y luego derrotarlos en un juego de poder.
El diálogo es la forma de mirar la realidad de una manera nueva, de vivir con pasión los desafíos en la construcción del bien común.
Oremos para que, en situaciones sociales, económicas y políticas conflictivas, seamos valientes y apasionados arquitectos del diálogo y la amistad, hombres y mujeres que siempre extienden la mano, y que ya no haya lugar para la enemistad y la guerra.