Joseba Segura ha dado comienzo a su ministerio como obispo de Bilbao hoy, 3 de julio, en una eucaristía celebrada en la catedral de Santiago. Y lo ha hecho recordando a sus padres José y Tere. “Un día de 1955 José entró en una tienda ubicada a 300 metros de esta catedral, llamada Segarra, a comprar un par de zapatos. Le atendió Tere y allí comenzó su historia como pareja, y poco después la de mi familia”. El nuevo obispo les ha recordado y dado “gracias a Dios por tantas mujeres y hombres de generaciones previas, que nos han dado vida y fe, y así nos enseñaron lo que significaba luchar como creyentes, con sencillez y con valores profundos”.
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Y también ha recordado la pregunta de una amiga: ¿no has tenido la tentación de salir corriendo ante este nombramiento?. “Un poco de miedo sí ha habido, la verdad”, ha reconocido el nuevo prelado, apuntando que “ser obispo en esta tierra, en medio de lo que algún hermano en el episcopado aquí presente ha calificado en tono jocoso como ‘levantiscos’ vizcaínos, va a ser interesante”.
“Se dice, no sé con qué verdad”, ha continuado, “que en el señorío de Bizkaia, nunca hubo siervos y siempre hombres y mujeres libres. Me consta que entre nosotros existen tantas opiniones fuertes como personas y alguna más, y ciertamente no abunda en esta tierra la disposición a aceptar indicaciones ajenas, sobre todo las que llegan de alguna autoridad constituida”. “Serán tópicos”, ha afirmado, “pero apuntan algo de verdad”, asegurando que, en todo caso, esta diócesis tiene un “magnífico contexto para desarrollar la sinodalidad”.
Acompañar a la Iglesia de Bizkaia
“Aquí la parte de la participación está asegurada; la otra parte, la de mantener la comunión, resultará un poco más trabajosa; pero procuraremos no olvidar que en la Iglesia todo, o es para llegar a más gente, para potenciar la misión, o no tiene mucho sentido”, ha dicho Segura.
En este sentido, el obispo ha señalado que, con su nombramiento, “alguno ha visto al Santo Padre poniendo en práctica aquello de que no hay mejor cuña que la de la misma madera“. Ha agradecido así al Papa la confianza depositada en él, y ha afirmado que, en todo caso, “el reto de acompañar a esta Iglesia de Bizkaia suena bastante más fácil que el gestionar el Vaticano con espíritu evangélico. Solo pensar en eso y, como dice el Salmo, en paz me acuesto y en seguida me duermo, tranquilo”.
Finalmente, Segura ha recordado que, a lo largo de su vida ha tenido “muchos compañeros de viaje”, y ha agradecido a todos ellos su presencia. Asimismo, ha dado las gracias “a las autoridades y a todos los que, presentes o de modo virtual, nos habéis podido acompañar hoy”, afirmando que cuenta con su “apoyo y oración”. “Juntos iremos descubriendo retos y necesidades, pidiendo al Señor en oración constante, luz para nuestros pasos, y así poder seguirle con sabiduría y buen ánimo”.
