Nada hacía presagiar una operación papal en una tarde de domingo, el primero de sus vacaciones de verano. Sin embargo, hoy a primera hora de la tarde, la Sala Stampa de la Santa Sede comunicaba que Francisco será intervenido en el policlínico A. Gemelli de Roma, a manos del doctor Sergio Alfieri.
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Tal y como señala el Vaticano, se trata de una cirugía programada por una estenosis diverticular sintomática del colon. Los divertículos no dejan de ser algo así como unas pequeñas bolsas que crecen y se conforman en hernias que afectan a la mucosa y submucosa de la pared intestinal y que es habitual que se localicen con mayor frecuencia en el colon izquierdo.
De diverticulitis a estenosis
Para hacerse una idea, la mitad de las personas de 60 años sufren diverticulitis y se trata de la tercera enfermedad gastrointestinal más común que requiere hospitalización. Entre sus síntomas se encuentran los cólicos, la fiebre, los vómitos, estreñimiento… Un primer tratamiento con antibióticos, analgésicos y dieta líquida puede ser suficiente para superar la enfermedad, aunque en algunos casos es necesario intervenir, como sucede cuando se da la denominada estenosis.
¿Qué es la estenosis? Es una estrechez de la luz de colon secundaria a procesos de diverticulitis que, al cicatrizar hace rígida y cierra la luz del colon. La operación consiste en extirpar esa parte de colon estrechada con los divertículos y reconstruir el transito normal. La intervención puede hacerse por vía laparoscópica, bajo anestesia general y con cinco a diez días de ingreso.
Pistas de normalidad
Hasta el momento nada más se sabe del ingreso del Papa. Quizá para dar sensación de normalidad y no generar preocupación más allá, Francisco presidió esta mañana el rezo del ángelus, donde no dio muestra alguna de malestar. Es más, en paralelo se anunciaba una gira europea del Papa del 12 al 15 de septiembre. Aunque ya se sabía que Francisco cerraría el Congreso Eucarístico Internacional en Hungría, evento que se suspendió en 2020 por la pandemia, hoy se añadía en esta peregrinación a Eslovaquia.
Con ambos guiños -presidir el ángelus y su agenda otoñal-, el mensaje del entorno del Pontífice es claro: no generar especulación alguna sobre la gravedad de la operación de hoy, enmarcándola precisamente en el mes de vacaciones de Jorge Mario Bergoglio.