“Es una medida en la que el Gobierno ha conseguido sumar a no pocos ‘agradadores’, aquellos que a lo mejor siempre esperan algún detalle, cuando menos de no beligerancia por parte del Gobierno. Y como esto de los indultos es gratis y decir que humanamente es comprensible y que el perdón y el reencuentro y todo el cuento este ha hecho que el Ibex35 y los empresarios catalanes estén entusiasmados”, también “la Conferencia Episcopal, ¿qué más puede querer un Gobierno?”. Así lo ha expresado esta mañana Carlos Herrera en su programa en COPE.
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El locutor estrella de la radio propiedad de la Conferencia Episcopal Española ha continuado su monólogo de las 8 en ‘Herrera en COPE’ advirtiendo que “el Gobierno estas cosas las olvidas y lo que tenga que hacer en contra de los intereses de esos grupos lo seguirá haciendo”.
Herrera ha hablado sin pelos en la lengua sobre el supuesto apoyo episcopal al Gobierno de Pedro Sánchez. “Algunos dicen, ¿no tendrá usted Herrera valor de hablar o subrayar o valorar la decisión que tomó la Conferencia Episcopal? Sí, claro que sí. Lo mismo que les digo a ustedes se lo he dicho antes a la Conferencia Episcopal, que es la propietaria de esta antena que no es mía, yo hablo en esta antena, pero la antena no es mía. Con lo cual este tipo de problemas se solventan en interiores”, ha explicado.
“Buena voluntad pero defecto de enfoque”
Al mismo tiempo, ha añadido: “Es verdad que debo transmitirles exactamente lo mismo que les transmití. Creo que ha habido buena voluntad pero defecto de enfoque, está claro que la Iglesia ha de hablar de perdón y de diálogo y de encuentro, y la doctrina cristiana efectivamente contempla el perdón y sí… ¿cómo va decir lo contrario?”.
No obstante, esa postura “adolece” de dos cosas. En primer lugar, “efectivamente la doctrina católica habla del perdón, pero también habla de arrepentimiento, que ahí no se ha visto en ninguna parte, al contrario. Bueno, propósito de enmienda ni les cuento”. En segundo lugar, “este no es un asunto entre dos posturas enfrentadas, es decir, no es una pugna política entre dos legitimidades que han llevado hasta el límite el roce. Esto es el enfrentamiento entre unos delincuentes y la ley y, entre unos delincuentes y la ley nadie puede ser equidistante“, ha concluido.
