El joven asesinado en Coruña al grito de “maricón” era auxiliar de enfermería en el geriátrico Padre Rubinos, impulsado en sus comienzos por el religioso jesuita
“Agradecemos a todos vuestras oraciones y muestras de cariño. Agradecer a nuestra maravillosa ciudad A Coruña. Gracias de corazón. Que Dios pueda recompensar todo el cariño que nos estáis brindando. Un abrazo muy fuerte a todos y deseamos que nunca más llegue a ocurrir otro día tan negro como el que estamos viviendo. No a la violencia”. Son las palabras de Max Luiz, padre de Samuel, el joven de 24 años asesinado en Coruña al grito de “maricón” en plena semana de reivindicaciones del colectivo LGTBI.
El padre del chico se desplazó hasta el lugar donde su hijo falleció el sábado, tras una brutal paliza que le provocó un infarto, para dejar un mensaje que está dando la vuelta al mundo. Su texto continúa así: “Quiero agradecer el excelente trabajo de los equipos del 061 por todo el esfuerzo realizado. Nos quitaron la única luz que iluminaba nuestra vida. Sabemos que vamos a tener un camino muy largo por recorrer, estaremos apoyados en nuestra familia, amigos y compañeros que nos ayudarán a salir de este camino oscuro”.
El joven era evangélico, como su familia, según informa La Voz de Galicia, y trabajaba como auxiliar de enfermería en el geriátrico Padre Rubinos, impulsado en sus comienzos por el religioso jesuita.
El asesinato de Samuel ha generado una oleada de solidaridad en toda España que se hizo patente ayer con manifestaciones de repulsa en toda España. El caso se encuentra ahora bajo secreto de sumario y la Policía está investigando para encontrar a los asesinos.