El cardenal participa en una conferencia organizada por la Fundación for Islamic Culture and Religious Tolerance (FICRT) en el marco de los cursos de verano de la Complutense
“Con el mundo islámico celebramos tener al mismo Dios como Señor de nuestra vida, y esto nos obliga a dialogar y a ser extremadamente respetuosos porque, como dice el Corán: ‘No hay coacción en asuntos de fe'”. Así se ha expresado el cardenal Carlos Osoro hoy durante su ponencia ‘Fraternidad humana y diálogo interreligioso’, dentro del curso de verano ‘Diálogo interreligioso frente al identitarismo excluyente’ organizado por la Universidad Complutense y la Fundación for Islamic Culture and Religious Tolerance (FICRT).
El arzobispo de Madrid se ha referido al padrenuestro, una oración para él “especialísima”, que “es un atrevimiento porque, si lo dices con sinceridad, reconoces que hay un Dios padre de todos los hombres y por tanto yo, que soy hijo de Dios, soy hermano de todos”. Así, esta oración “por antonomasia” contiene y fundamenta una “apremiante y seductora” invitación a la “práctica del diálogo interreligioso”. “Solo con esta conciencia de hijos podemos vivir en paz entre nosotros”, ha recalcado.
Como informa el Arzobispado de Madrid, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española ha destacado que el mismo Jesucristo fue modelo de fraternidad, porque Él, como decía san Pablo, “ha derribado las murallas que construimos los seres humanos”. El ejemplo más “sublime de compasión y misericordia” es el que protagoniza con una persona de confesión religiosa diferente: el samaritano, un pasaje del Evangelio que muestra “cómo ante el sufrimiento y la extrema vulnerabilidad no hay fronteras religiosas”.
“Tenemos que reconocer” que este diálogo con otras confesiones y religiones no ha existido siempre, pero el Concilio Vaticano II “marcó una nueva mentalidad”, cuyo espíritu recoge el Papa en su encíclica ‘Fratelli Tutti’. “La Iglesia avala la acción de Dios en las demás religiones y no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de santo y verdadero”, ha expuesto.
Para el purpurado, el diálogo interreligioso va ligado a la libertad religiosa. “Los creyentes sabemos que hacer presente a Dios es un bien para nuestra sociedad”, pero “cuando en nombre de una ideología se quiere expulsar a Dios de la sociedad, se acaba por adorar a ídolos”, ha advertido. Si se priva de la libertad religiosa, se deja a la humanidad “empobrecida”. Por eso, “debemos exigir respeto a la libertad religiosa”, y a su tradición religiosa, “que tiene derecho a no quedar limitada a la iglesia, a la sinagoga o a la mezquita”.
Antes de comenzar el encuentro, Osoro ha asegurado que es un “defensor de la vida siempre”, al ser preguntado por Europa Press si opina como el arzobispo de Granada, quien en su homilía dominical ha calificado la ley trans y la ley de eutanasia de “inicuas, en cierto sentido criminales” y que suponen “una ofensa a la razón humana”.
Por su parte, el presidente y director de FICRT, Jumaa Al Kaabi, ha agradecido la participación de Osoro y ha reivindicado el Documento sobre la fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común de Abu Dabi, firmado en 2019 por el papa Francisco y el gran imán de Al Azhar, Ahmed el-Tayeb. “A través del conocimiento del otro y del diálogo, todos los conflictos pueden ser resueltos”, ha puntualizado el responsable de la fundación, según explican en un comunicado.
En la jornada de hoy también ha intervenido Omar Habtur Alderie, director general del Consejo de la Fatwa de los Emiratos Árabes Unidos y director ejecutivo de Asuntos Islámicos de la Autoridad General de Asuntos Islámicos y Dotaciones (EAU). Durante su alocución ha definido el diálogo como un valor central y fundamental común y compartido por la humanidad. “Se trata de una obligación y un principio humano, la base de las relaciones civilizadas y de la solución de conflictos”, ha señalado.
Asimismo, Habtur Alderie ha compartido con los asistentes el proyecto de la Casa de la Familia Abrahámica en Abu Dabi (EAU), proyecto que contempla la construcción de una casa común que reunirá una sinagoga, una mezquita y una iglesia.