Francisco no faltará a su rezo dominical del ángelus. Es el único acto público que el Papa mantiene durante sus vacaciones en julio y, ni tan siquiera su ingreso hospitalario, ha frenado su compromiso con los fieles de todo el planeta.
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Así lo ha confirmado hoy la Oficina de Prensa de la Santa Sede en su parte médico diario desde que el pasado domingo fuera ingresado en el policlínico Gemelli de Roma para someterse a un intervención por una obstrucción en el colón de la que se recupera satisfactoriamente. Según este nuevo informe, el pontífice no ha vuelto a tener fiebre.
Evolución normal
La reaparición del Santo Padre tendrá lugar en la décima planta del centro hospitalario, conocido como el ‘Vaticano tercero’ por las veces que permaneció ingresado Juan Pablo II, convirtiéndose en una residencia más del Papa polaco después de los palacios apostólicos y la casa veraniega de Castel Gandolfo. De hecho, también se ha confirmado que saludará desde la ventana de la habituación.
“Pasó un día tranquilo con una evolución clínica normal. Sigue comiendo con regularidad y continúa con los tratamientos programados. Caminó por el pasillo y reanudó su trabajo, alternándolo con momentos de lectura de textos”, recoge el comunicado diario, en el que “el Santo Padre da las gracias por los numerosos mensajes de afecto y cercanía que recibe a diario y pide que se siga rezando por él”.
