“‘Fratelli Tutti’ no ha tenido tanta acogida como ‘Laudato Si’ porque toca directamente las contradicciones de nuestra sociedad para recuperar la dignidad humana. Y eso nos cuesta”. Esta es la conclusión a la que ha llegado el ex ministro socialista y actual Alto Representante de Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones, Miguel Ángel Moratinos, durante su intervención en el foro ‘Fe sin fronteras. Aporte de las congregaciones religiosas a la Agenda 2030’, organizado por la ONGD Redes.
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Asimismo, Moratinos ha señalado que, como sociedad, “nos falta una arquitectura ético espiritual que nos lleve a avanzar en el desarrollo de la Agenda 2030“. En definitiva, un “paraguas espiritual” capaz de “llevarnos a mirar al futuro”. Y es que, como ha apuntado Moratinos, “todos repetimos lo de ‘no dejar a nadie atrás’, pero quizá es más preocupante empañar el horizonte moral”.
En el foro ha participado también Andrés R. Amayuelas, de la plataforma Futuro en Común, quien ha explicado que “la creencia en la dignidad inherente a todas las personas es lo que hace que el cambio sea posible”. Y, en este sentido, “la sociedad civil debe presionar para que los gobiernos cumplan con la Agenda 2030”.
Gestos concretos
“Necesitamos la ‘polinización cruzada’ entre las entidades para enriquecernos con los distintos aportes en el camino de la Justicia Global”, ha aseverado. “Ojalá este momento histórico que estamos viviendo nos haga entender que lo que nos ocurre como personas le ocurre también al resto del planeta”.
Por su parte, Alessandra Smerilli, subsecretaria del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, ha afirmado que la crisis del Covid-19 “nos ha revelado las fallas del sistema basado en el extractivismo consumista y la globalización de la indiferencia”. Y, ante esto, el Papa “nos invita a ser concretos los Objetivos ‘Laudato Si’ son una medida para avanzar en la Agenda 2030 en nuestras instituciones concretas”.
