El sábado 10, Patricio Kelter Bari y Martín Echeverría Vidal recibieron el sacerdocio de manos de su arzobispo, el cardenal Celestino Aós, uno en la mañana y otro en la tarde permitiendo mayor asistencia presencial
Las dos celebraciones tuvieron lugar en el sector de la Gruta, del Santuario de Lourdes en Santiago. En la mañana, fue ordenado Patricio Kelter Bari, mientras Martín Echeverría Vidal lo fue en la tarde, permitiendo así la participación de un mayor número de familiares y sacerdotes, en ambas ceremonias, conforme al aforo sanitario.
Ambos ordenandos fueron presentados por el rector del Seminario Pontificio, Cristián Castro, actual obispo electo. En su homilía, en la eucaristía de ordenación de Kelter, el arzobispo Aós pidió a Dios para que sea un buen sacerdote, “un sacerdote feliz, un perfume en medio de este aire viciado y enrarecido”, e invitó a que, con humildad y fe, “pidamos a Dios, el dueño de la mies, envíe más obreros a su campo, más sacerdotes a nuestra diócesis, porque la cosecha es abundante y los trabajadores son pocos. La cosecha es abundante… ¡Qué hermoso tiempo para ser sacerdote!”, dijo Aós.
El nuevo sacerdote adoptó como lema “Al atardecer de la vida, seremos examinados en el amor”, inspirado en San Juan de la Cruz, pues, explicó, en los tiempos que corren, “donde impera lo práctico y lo material, me recuerda que lo que vale la pena y a lo que me invita Jesús es a amar”.
Loreto Bari Guevara, madre del nuevo sacerdote, comentó que culmina un proceso de muchos años. “Patricio se decidió a esta vocación maravillosa, alrededor de los 25 años, después de haber buscado su camino en la universidad. Nuestro recibimiento de padres fue de una gran alegría y una bendición enorme hasta hoy. Ha sido maravilloso, dichosos de este privilegio de tener un hijo sacerdote. Le doy todos los días gracias a Dios por esta vocación de mi hijo”, confesó Loreto.
El mismo sábado, a las 4 de la tarde, nuevamente el rector del Seminario presentó a Martín Echeverría Vidal al arzobispo Aós para su ordenación sacerdotal. Luego del rito de la ordenación, en su homilía, Aós le pidió al recién ordenado que no pierda el rumbo: “No te desenfoques, nunca te canses de proclamar y celebrar que Jesucristo ha resucitado, que ha vencido el pecado y el mal. Los sacramentos que celebrarás son signos con un significado. Pero son realidad: Jesucristo vence en nosotros al mal, Jesucristo nos da la salvación”, le dijo Aós.
El cardenal le adelantó que podrá afrontar una dura cruz, pero que, desde ahí, “se pasa a la victoria, a la vida definitiva. No nos acobardamos, no tengas orgullo, pero tampoco tengas miedo. El Señor está contigo. Te ofrecerán roles de líder social, de organizador y de opinólogo. Sé sacerdote. Trata de ser un buen sacerdote”, le planteó. A continuación, le recordó: “Derramarás un perdón que no es tuyo y que tendrás que envolver en tu propia forma de ser y tu carácter. Ser misericordioso es dolerse con el pecado y el mal que encontramos en el hermano y el terrible mal de haber ofendido a Dios”.
Al día siguiente, Martín celebró su primera Misa en la parroquia Santa Cruz de Mayo, a la que ha sido asignado. Al término de la celebración, el párroco Raúl Bascuñán expresó su gratitud y alegría: “Gracias por el sí que le has dado al Señor. Hoy nos regalaste la eucaristía gracias a la consagración que recibiste ayer como sacerdote. Gracias por tener ese anhelo profundo de que el mundo conozca el Padre. Te pedimos que nos muestres a Jesús, que nos lleves a Jesús, que nos des su misericordia y reconciliación. Lleva esperanza a los hogares y a las familias que han experimentado la muerte, llevándoles la resurrección y que visites esos hogares que están tristes por la desesperanza, el hambre y la soledad. Cuenta conmigo y la comunidad para todo lo que necesites”, expresó Bascuñán al nuevo sacerdote.