“Estemos en atenta espera de sus palabras, con disponibilidad espiritual, que es nuestro deber hacia el Santo Padre”, animan los prelados
Hace 18 años que un Papa no visita Eslovaquia. Casi dos décadas en las que el país ha evolucionado y cambiado mucho y, ante esta realidad, los obispos eslovacos piden reflexión ante la próxima llegada de Francisco: “¿Cómo es realmente Eslovaquia hoy? ¿Cómo deseamos que sea mañana?”, se preguntan en un documento recogido por Vatican News.
“Somos un país que se enorgullece, con razón, de sus antiguas raíces cristianas, cirilo-metodianas. Un país que une espiritualmente Occidente y Oriente en su comunión católica latina y bizantina”, apuntan los prelados, quienes recuerdan que “los primeros proclamadores de la fe, los codificadores de la lengua, las personalidades del despertar, los misioneros, los mártires, los disidentes… todos ellos pertenecen por igual a la Iglesia en Eslovaquia, como al pueblo eslovaco”.
“Nuestra historia, sin la Iglesia católica, no sería tal”, aseguran. Al mismo tiempo, subrayan que “somos un país donde la Iglesia ortodoxa y las comunidades eclesiales nacidas de la Reforma también tienen su lugar y su papel espiritual”, al mismo tiempo que la “tradición espiritual incluye también a la antigua comunidad judía”. Además, Eslovaquia es “un país en el que crece una parte de la sociedad laica y no confesional que busca compartir los intereses públicos por el bien de todos los ciudadanos. El Santo Padre Francisco se dirigirá a toda esta comunidad”.
Del mismo modo, los obispos han animado a acoger “con alegría” al papa Francisco y su mensaje, cuando apenas faltan dos meses para la visita. “Pero también en atenta espera de sus palabras, con disponibilidad espiritual, que es nuestro deber hacia el Santo Padre”. “Ahora nos alegramos de que esta visita y el estímulo del Santo Padre nos saquen de una serie de noticias pesadas, de cansancio, de desconfianza, de resignación”, dicen los prelados. “Que el Santo Padre nos ayude no sólo a dejar de lado, sino también a poner fin a todas las disputas sin sentido; que nos dé la fuerza para superar nuestras preocupaciones; que una a toda la sociedad”, aseveran.