La Conferencia de Obispos de Bolivia ha salido al paso ante las declaraciones difamatorias del expresidente Evo Morales, quien en su cuenta de twitter ha acusado a Sergio Gualberti, arzobispo de Santa Cruz, de llamar a los campesinos “demonios de un solo color”.
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Frente a esto los obispos han hecho un llamado a la conversión personal y social, aclarando que se trata de una tergiversación de la homilía del arzobispo de Santa Cruz.
“Ante algunas opiniones vertidas lamentamos profundamente que el contenido de lo expuesto en la homilía del domingo 11 de julio de 2021 no solo no se entienda, sino que se tergiverse buscando confundir a la población”, han señalado.
Mons. Gualberti, de Santa Cruz, llamó demócratas a golpistas y, ahora, a campesinos sin tierra “demonios de un solo color” acusándolos de avasalladores. En Bolivia, jerarquía católica parece tomar partido por el golpe, latifundio, racismo y violencia, a contramano de @Pontifex_es
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) July 18, 2021
Texto original
De igual modo, los obispos han reproducido textualmente, el apartado que el líder socialista ha tergiversado: “El misionero tiene que ponerse en camino, salir de sí mismo y sus seguridades, para proclamar y testimoniar, con sencillez y humildad, la alegría y la fuerza transformadora del Evangelio, llamando a la conversión del corazón y de la vida”, se lee en el fragmento.
Prosiguen: “Expulsaron a muchos demonios y curaron a numerosos enfermos”. Mc 6,13. El anuncio del Evangelio necesariamente debe ser acompañado de una praxis liberadora de todo lo que, física y espiritualmente, esclaviza a la persona y degrada la dignidad humana”.
“Esto implica el compromiso de expulsar, con el poder de Cristo y de su Palabra, a los “demonios” personales, como los odios y los rencores presentes en nuestra vida y que disgregan a las familias y rompen las relaciones con el prójimo”, expresó en su momento Gualberti.
“Pero, implica también expulsar a los “demonios” de nuestra sociedad, como las injusticias, las discriminaciones, las mentiras, las amenazas y los avasallamientos, hechos que provocan enfrentamientos, atentan a la convivencia pacífica y democrática y hacen que nuestro País parezca ser el hogar solo para los que llevan una determinada camiseta y no para todos sus habitantes”, agregan para zanjar el tema.
Por tanto “el texto nos habla de los demonios personales y sociales desde donde se nos llama a una conversión personal y social”, lamentan los prelados.
Foto: Arzobispado de Santa Cruz