Los benedictinos saldrán del Valle de los Caídos. Así lo establecerá previsiblemente la Ley de Memoria Democrática que se aprobará hoy en Consejo de Ministros. Moncloa no ha tocado ni una coma en este sentido respecto al borrador que ya estaba ultimado hace un año y que adelantó en exclusiva la revista ‘Vida Nueva’.
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Esta ‘reforma integral’ de Cuelgamuros ha sido planificada por el Gobierno socialista de manos del secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, bajo las órdenes de la ya ex vicepresidenta Carmen Calvo y que apenas ha limado el recién nombrado ministro de Presidencia, Felix Bolaños.
Decreto derogado
En el proyecto que el Gobierno enviará al Congreso para su tramitación, se fulmina la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. Para ello, se deroga el decreto franquista de agosto de 1957 en el que se erigía esta entidad como titular y administradora del enclave. En este mismo documento es en el que se instaba a crear un convenio entre la fundación y los monjes de Silos que fue promulgado un año después y que permitió la creación de una comunidad benedictina en el Valle.
Con la fundación extinguida, todo este acuerdo se tumba lo que se traduce directamente en la salida de los religiosos de la abadía, del colegio y de la basílica que hasta ahora han custodiado. Moncloa nunca ha ocultado que esta medida legislativa se plantea como respuesta a la resistencia mostrada por la comunidad liderada por Santiago Cantera a la exhumación de Francisco Franco.
Contar con los obispos
Entretanto, el Ejecutivo de Pedro Sánchez tendrá que elaborar un nuevo real decreto que determine cómo se organizará y funcionará el recinto, incluyendo el régimen patrimonial correspondiente. Y es ahí donde el Gobierno, tal y como ha podido confirmar ‘Vida Nueva’, quiere contar con la Iglesia para negociar una presencia dentro del espacio resignificado. Mientras se solventa esta coyuntura, el Valle de los Caídos estaría pilotado por Patrimonio Nacional.
Tal y como pudo saber esta revista hace un año, ni la basílica ni la cruz se tocarán. O lo que es lo mismo, el templo no se desacralizará y el Ejecutivo espera encontrar con los obispos una vía para que se siga atendiendo el espacio religioso, bien con una atención diocesana que correspondería al Arzobispado de Madrid, bien con la gestión y presencia de otra entidad eclesial. En este caso, podría ser otra comunidad religiosa, pero no se descartan otras fórmulas. Carlos García de Andoin, que estuvo al frente de la Comisión de Expertos para el Futuro del Valle de los Caídos de la mano de José Luis Rodríguez Zapatero, ya sugirió en ‘Vida Nueva’ la posibilidad de que la Comunidad de Sant’ Egidio tomara las riendas del lugar. ¿El motivo? “Está vinculada en su misión a promover procesos de paz y democráticos, de defensa de los derechos humanos”, considera García de Andoin.
