Mientras sigue sin aparecer el cuerpo de Tomás Gimeno, que habría desaparecido en el mar tras acabar con la vida de sus hijas Olivia y Anna, siguen los prendimientos a raíz de unas polémicas declaraciones del sacerdote Fernando Báez apuntando hacia la madre como culpable en cierta medida de estos asesinatos por romper el matrimonio con su marido. Ahora, la Fiscalía de Las Palmas, tras culminar su investigación de los hechos, denuncia al sacerdote por cometer un posible delito de discriminación.
- ?️ El PODCAST de VIDA NUEVA: La Iglesia alemana, en cuarentena
- ¿Quieres recibir gratis por WhatsApp las mejores noticias de Vida Nueva? Pincha aquí
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Este delito conllevaría penas de 6 meses a dos años de cárcel. Para el Código Penal, comete ese delito quien “enaltezca o justifique por cualquier medio de expresión pública o de difusión los delitos que hubieran sido cometidos contra un grupo, una parte del mismo, o contra una persona determinada por razón de su pertenencia a aquel por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, enfermedad o discapacidad, o a quienes hayan participado en su ejecución”.
Apartado del ministerio
Por su parte, el obispo de la Diócesis de Canarias, José Mazuelos Pérez, apartó al sacerdote “de su oficio de Párroco de Ntra. Sra. de las Nieves, en Lomo Magullo y de Encargado de los lugares de culto anejos: San Francisco de Asís, en Cazadores y San José en Las Breñas, todos ellos en el término municipal de Telde”. También, desde el pasado 16 de junio, se le ha prohibido “participar públicamente en la Santísima Eucaristía” y se le impuso “no hacer, en su condición de sacerdote, manifestaciones y declaraciones en medios de comunicación o a través de redes sociales”.
El propio Báez Santana, por su parte, “presentó por escrito al Obispo de la Diócesis, Mons. José Mazuelos, libre y voluntariamente, su renuncia al oficio de Párroco, la cual fue aceptada”. Hasta un nuevo nombramiento, está siendo atendida la parroquia por el Vicario Episcopal de la zona sur de Gran Canaria, el sacerdote Antonio Juan López.
