“La Iglesia se compone de trigo y paja, de peces buenos y peces malos. Por tanto, no se trata de separar a los buenos de los malos, sino de separar a los que creen de los que no”. Con estas duras palabras se ha referido el papa emérito, Benedicto XVI, al camino sinodal alemán en un artículo publicado por Herder Korrespondenz en el que analiza la realidad actual de los miembros de la Iglesia.
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Joseph Ratzinger espera, en este contexto, “un verdadero testimonio personal de fe por parte de los portavoces de la Iglesia” que ilumine el camino, así como advierte que “mientras en los textos oficiales de la Iglesia sólo hable desde la oficalidad, pero no desde el corazón y el espíritu, continuará el éxodo del mundo de la fe”.
Testimonio de la Iglesia
“La doctrina debe desarrollarse en y desde de la fe, no permanecer a un lado de ella”, ha aseverado Benedicto. Y es que considera que “los textos oficiales de la Iglesia alemana están escritos en gran parte por personas «para quienes la fe es solo una cuestión oficial”,
Asimismo, ha señalado que “en las instituciones de la iglesia -hospitales, escuelas, Caritas- muchas personas están involucradas en posiciones decisivas que no apoyan la misión interna de la iglesia y, por lo tanto, a menudo oscurecen el testimonio de esta institución”.