Podría parecer lógico que en un lugar de trabajo se evalúe la efectividad de los empleados. Sin embargo, hasta este momento, el Vaticano no lo había hecho. O, al menos, de una forma organizada y detallada. Ahora, ha iniciado un “proyecto piloto” con el que evaluará a su personal –unas 3.000 personas– para, tal como ha informado ANSA, analizar el “nivel de operatividad, competencia y comportamiento” de los mismos.
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El impulsor de esta iniciativa es el español Juan Antonio Guerrero Alves, prefecto de la Secretaría de Economía, quien ha enviado una carta a los jefes de los distintos dicasterios y entidades de la Santa Sede informando de esta y adjuntando el “formulario de evaluación y autoevaluación de los empleados” y las “directrices de evaluación de recursos”.
“El avance de la reforma de la Curia Romana en los últimos años”, escribe el padre Guerrero Alves en la carta, y que ANSA recoge, “ha propiciado una innovación de estructuras, actividades y trabajo“. Y es que, tal como explica, “en muchos sectores ha surgido la necesidad de nuevas competencias y, al mismo tiempo, el personal de la Curia Romana ha trabajado duro para adaptarse a los renovados requisitos de la nueva organización”.
“Movilidad virtuosa”
“A la luz de estas transformaciones”, continúa el jesuita, “se ha compartido con muchas organizaciones la necesidad de aprovechar los recursos meritorios, brindar nuevas oportunidades y promover la formación técnica y profesional”. Del mismo modo, Guerrero subraya la necesidad de “identificar las características de cada recurso” para, así, “asegurar el establecimiento de una organización eficaz que responda a las necesidades reales de la Curia romana”.
Una vez haya concluido la fase piloto, el prefecto de la Secretaría de Economía ha explicado que la curia “colaborará para lograr una visión global de los recursos de la Santa Sede, evaluar las fortalezas e informar los aspectos a Mejorar cada recurso e iniciar una movilidad virtuosa entre los diferentes cuerpos” de la misma.