“La crisis a la que actualmente nos enfrentamos es en realidad una oportunidad única para entablar diálogos auténticos, audaces y valientes”, señala el Papa
“Esta pandemia nos ha enfrentado con las injusticias sistémicas que socavan nuestra unidad como familia humana. Nuestros hermanos y hermanas más pobres, y la Tierra, nuestra Casa Común, exigen un cambio radical”. Así comienza el mensaje que ha enviado el papa Francisco a los participantes en el Pre-Summit –reunión previa al Food System Summit 2021, que se celebrará en septiembre organizado por Naciones Unidas– y que ha leído Paul Richard Gallagher, secretario de Relaciones con los Estados. Sin embargo, el Papa ha subrayado que esta crisis es también “una oportunidad única para entablar diálogos auténticos, audaces y valientes, abordando las raíces de nuestro sistema alimentario injusto”.
“Desarrollamos nuevas tecnologías con las que podemos aumentar la capacidad del planeta para dar frutos, y sin embargo seguimos explotando la naturaleza hasta el punto de esterilizarla, ampliando así no solamente desiertos externos sino también desiertos espirituales internos”, asevera el Papa en su mensaje. Del mismo modo, denuncia que “producimos alimentos suficientes para todas las personas, pero muchas se quedan sin su pan de cada día. Esto es un crimen que viola derechos humanos básicos”.
Por lo tanto, para Francisco, “es un deber de todos extirpar esta injusticia mediante acciones concretas y buenas prácticas, y a través de políticas locales e internacionales audaces”. En esta perspectiva, el Papa subraya la necesidad de llevar a cabo una “importante la transformación cuidadosa y correcta de los sistemas alimentarios, que debe estar orientada para que sean capaces de aumentar la resiliencia, fortalecer las economías locales, mejorar la nutrición, reducir el desperdicio de alimentos, brindar dietas saludables accesibles para todos, ser ambientalmente sostenible y respetuosas con las culturas locales”.
“Si queremos garantizar el derecho fundamental a un nivel de vida adecuado y cumplir nuestros compromisos para alcanzar el objetivo Hambre Cero, no basta con producir alimentos“, asevera en su mensaje, haciendo así referencia a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. “Se necesita una nueva mentalidad y un nuevo enfoque integral y diseñar sistemas alimentarios que protejan la Tierra y mantengan la dignidad de la persona humana en el centro”, afirma.
Asimismo, apunta que es “esencial recuperar la centralidad del sector rural, del que depende la satisfacción de muchas necesidades humanas básicas”, del mismo modo que “es urgente que el sector agropecuario recupere un rol prioritario en el proceso de toma de decisiones políticas y económicas, orientadas a delinear el marco del proceso de “reinicio” post-pandemia que se está construyendo”. “Es importante facilitar el acceso de los pequeños agricultores y de la agricultura familiar a los servicios necesarios para la producción, comercialización y uso de los recursos agrícolas”, señala.
Por último, el Papa reconoce que “los intereses económicos individuales, cerrados y conflictivos, pero poderosos, nos impiden diseñar un sistema alimentario que responda a los valores del Bien Común, a la solidaridad y a la cultura del encuentro”. Por ello, “si queremos mantener un multilateralismo fructífero y un sistema alimentario basado en la responsabilidad, la justicia, la paz y la unidad de la familia humana es primordial”.