El artículo publicado en Herder Korrespondenz sobre el camino sinodal está inspirado en un discurso que pronunció en Friburgo
Con escepticismo han sido recibidas las palabras de Benedicto XVI sobre el camino sinodal alemán en un artículo publicado por Herder Korrespondenz diciendo que la Iglesia “se compone de trigo y paja, de peces buenos y peces malos. Por tanto, no se trata de separar a los buenos de los malos, sino de separar a los que creen de los que no”.
La llamada a la autocrítica del Papa emérito a la Iglesia de su país natal no es nueva. Ya en 2011, según recuerda Katholisch.de, en un discurso de Friburgo durante la visita al país pidió a la Iglesia que huyera de la mundanidad huyendo de privilegios y centrándose en su misión. En ese discurso también cuestionaba que la Iglesia alemana era más fuerte en sus estructuras y organizaciones que en su fe… Algo similar ha recuperado en su nuevo artículo en el que alaba las labores asistenciales frente al testimonio de los creyentes.
En sintonía con esta idea está la también criticada “huida hacia la pura doctrina” en aquellas personas para las que la fe es solo oficial. Benedicto critica que mientras en los textos oficiales de la Iglesia solo hable el oficio, pero no el corazón y el espíritu, así continuará el éxodo del mundo de la fe.