España

Tamara Falcó y María Luisa Berzosa, juntas en defensa de la mujer en la Iglesia: “Pasemos de las palabras a los hechos”

La consultora de la Secretaría del Sínodo y la marquesa de Griñón comparten una mesa redonda para celebrar el 800 cumpleaños de la catedral de Burgos





Una religiosa jesuitina y la marquesa de Griñón, juntas para celebrar los 800 años de la catedral de Burgos. Una de las religiosas españolas más influentes en Roma y una de las “influencers” más potentes de la sociedad de nuestro país. María Luisa Berzosa y Tamara Falcó participaron ayer por la tarde en el ciclo de encuentros ‘Diálogos en la Catedral para la concordia’.



Juntas hicieron un recorrido vital sobre su ser creyente. Berzosa explicó que llegó a la vida religiosa después de vivir una experiencia laboral como funcionaria. “Me sentí llamada para algo más amplio y más grande y entré en la congregación”, dijo la consultora de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos sobre esta primera etapa. Sobre los baches en este camino de fe, apostilló: “Fui a Roma a estudiar y entré en una crisis de fe, porque había algunas cosas de la Iglesia que me dolían, me enfadan o que no me gustaban. Decía: ‘Creo en Jesucristo pero no en la Iglesia’”. Con el paso del tiempo, admite que “mi fe ha evolucionado hasta sentir que no puedo separar Jesús e Iglesia”.

“Siempre creía en Dios, pero no conocía a Jesús vivo, sino como figura histórica”, expresó la ganadora de Masterchef Celebrity, que relató cómo creció en una familia creyente, pero desestructurada. Fue con 27 años cuando en sus lecturas de verano en la finca de su padre incluyó un libro inesperado. “Cuando fui a la Casa del Libro, había una luz que apuntaba a la Biblia Didáctica de SM”, señaló. “Estaba muy bien encuadernada, tenía mapas… Eso me atrajo. Empecé por el Génesis y no paré”.

“Creo que mi madre se alejó de la Iglesia porque vivió un momento en el que consideró que había unos postulados intransigentes, pero esa no es la Iglesia que yo he conocido”, explicó Tamara Falcó, que puso como ejemplo el papel de un sacerdote que acompaña a su familia. “Nos tenemos que preguntar cómo acogemos en la Iglesia y somos mediación para otros, par hacer llegar la fe”, completó Berzosa.

Embajadora de Scholaa Occurrentes

En cuanto al contexto actual en el que se mueve la Iglesia, Falcó planteó cómo “hoy Dios tiene que hacer más esfuerzo para llegar porque hay otros muchos ‘inputs’ que distraen”. En este sentido, puso en valor el trabajo que hace la fundación Scholas Occurrentes, de la que es embajadora, para “mostrar a los jóvenes ese rayo de luz que es Dios”.

“La secularización tiene una lectura positiva: ya no estamos hablando de cristiandad sino de personas que se encuentran con Jesús, con Dios, con el Evangelio”, detalló la jesuitina sobre el contexto actual. “Los caminos no se imponen, sino que se eligen. Es un momento distinto que exige recursos más creativos, cultivando en los niños la interioridad. Soy una optimista nata de que tenemos otros canales nuevos, como las redes sociales para evangelizar”, apuntó la religiosa.

Mujeres e Iglesia

A lo largo del encuentro, las dos ponentes abordaron también el papel de la mujer en la Iglesia. “Cuando dicen que el rol de la mujer de la Iglesia no está valorado, pienso en la madre de Jesús, fue ella quien cambió la historia”, defendió Tamara. “No me cabe en la cabeza cuando alguien dice que la mujer no tiene lugar en la Iglesia. Eso es que no conocen a María”, subrayó.

“Los documentos eclesiales dicen maravillas de la mujer, pero luego en la realidad no existimos. Es el momento de pasar de las palabras a los hechos”, expuso Berzosa, que dejó caer que “la Iglesia suele ser lenta por definición en su toma de decisiones”. “Y por prudencia”, completó Tamara. La religiosa confesó que en el inicio de su vida consagrada se quedó apesadumbrada por “las sombras” eclesiales, pero ahora subraya que “quiere ser crítica desde dentro, no espectadora”. “Las sombras nunca favorecen”, bromeó Falcó a continuación. Y subrayó: “No puedo estar más de acuerdo contigo”.

La marquesa de Griñón comentó que “creo en la igualdad, hombres y mujeres podemos y debemos aportar y la Iglesia se puede enriquecer definitivamente de todo esto”. “En el Sínodo de la Amazonía participaron 180 hombres y 35 mujeres. Ya es un avance, pero tenemos que seguir trabajando en esa línea”, apostó Falcó.

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