Se trata de una iniciativa de la Arquidiócesis para contrarrestar la ola de violencia que se vive en la ciudad
El arzobispo de Rosario, Eduardo Martín, ante la escalada de violencia que se vive en la ciudad, convocó a una jornada de ayuno y oración para este viernes 30 de julio.
El prelado invitó a los sacerdotes y a las comunidades rosarinas a unirse a la iniciativa para pedir, no solo el cese de la violencia sino también el don de la paz. Además, pidió ofrecer las celebraciones eucarísticas por esta intención.
Hace unos días, los agentes pastorales que trabajan en la zona habían mostrado su preocupación por este drama. “Son los alumnos que asistían a nuestras escuelas, los pibes que jugaban en nuestras plazas, que venían a nuestras parroquias, los que comían en nuestros comedores y caminaban por nuestras calles”, señalaron. Asimismo, hablaron de un Estado incapaz de dar respuestas y pidieron que no se siga derramando sangre de nuestros hermanos.
La jornada fue confiada a la intercesión de la Virgen María, Reina de la Paz.
Desde el año 2016, Rosario no registraba una cifra tan alta en cuanto a los homicidios. El año pasado las estadísticas señalaban ya un incremento del 27% de muertes por hechos violentos.
Según el Observatorio de Seguridad Pública, durante la primera mitad de este año, se verificaron 113 homicidios de los cuales 101 fueron por el uso de armas de fuego. El 55,5 % de los crímenes ocurrieron en contextos vinculados a economías ilegales u organizaciones criminales; el resto por conflictos interpersonales.
El 24,7 de víctimas de esta violencia letal son los jóvenes de 25 a 29 años.