El Mar Muerto está en camino de desaparecer. Y es que, tal como recoge el portal del Centro Tierra Santa en España, actualmente tan solo recibe el 10% del agua necesaria para mantener su tamaño habitual. Todo ello a causa de la acción humana, que está provocando la desertificación de la zona.
- ?️ El Podcast de Vida Nueva: Santiago, camino de vuelta
- ¿Quieres recibir gratis por WhatsApp las mejores noticias de Vida Nueva? Pincha aquí
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
El retroceso de este lago natural –que es el más salado del mundo, con un 33% de sal, y que se sitúa en el punto más bajo de la Tierra, a 430 metros por debajo del nivel del mar– dio sus primeros pasos en la década de los 60, cuando Israel desvió el curso del río Jordán para abastecer de agua el país.
Poco a poco, la situación ha ido empeorando, hasta llegar el punto en el que el mar Muerto recibe tan solo el 10% de sus necesidades hídricas debido a la explotación industrial jordana e israelí para la extracción de potasio y otros fertilizantes, conseguidos por medio de la evaporación de agua.
Un problema sin solución
Esto, sumado al aumento de las temperaturas, ha provocado que en apenas 60 años el nivel del agua del lago haya bajado 35 metros. Una cifra que, de hecho, irá acelerándose, ya que se prevé que en los próximos 15 años baje otros 25 metros.
Lo cierto es que Israel, Jordania y la Autoridad Palestina llevan más de una década estudiando un plan que pudiera poner fin a la desaparición del Mar Muerto, un punto de unión entre los Estados y distintos puntos históricos de Tierra Santa. Sin embargo, no queda mucho por hacer, ya que el principal plan, el de transportar agua desde el Mar Rojo, se ha suspendido.