Tal como lo habían hecho el año pasado, el Instituto Superior de Catequesis (ISCA) y la Junta Nacional de Catequesis (JNC) organizaron un nuevo Ánforaweb, un espacio para la reflexión y la participación de los catequistas y animadores.
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Esta iniciativa virtual está centrada en las novedades que hoy presenta la catequesis en la Iglesia. Por eso, el lema central de estas jornadas será: “La alegría de un Ministerio y el desafío de transmitir la fe en los nuevos escenarios”.
Vida Nueva dialogó con el director del ISCA, el Pbro. Alejandro Puíggari, quien resaltó el aporte que Ánforaweb brinda para la formación y la animación de las comunidades.
Pregunta: Ánforaweb llega en el marco de la implementación del ministerio del catequista. ¿Cómo se vive esta experiencia desde estos encuentros de formación?
Respuesta: Es un tiempo para dejar salir, en cada uno de los catequistas y de las comunidades, la resonancia; qué empieza a resonar en los sueños, desafíos y temores, como un trípode. Es un momento para escuchar y escucharnos, sobre todo los sacerdotes y los responsables que estamos a cargo de los organismos como la Junta Nacional de Catequesis y el ISCA, para poder llevar a los obispos esas resonancias para el discernimiento y la posterior implementación. Esto lo vivimos con mucha alegría y apasionadamente porque ya en el 2005, en la Argentina, hubo un Encuentro Nacional de Catequistas que tuvo como tema el ministerio del catequista: “Anunciemos con alegría que Jesucristo es el Señor”.
La obra del Espíritu
P: El año pasado los catequistas recibieron el nuevo Directorio de Catequesis. El 2021, el nuevo ministerio del catequista. ¿Qué nuevos escenarios se presentan como desafíos para los catequistas hoy?
R: Hemos querido centrarnos en el capítulo 10 de Directorio, pero ‘aggiornado’ a la experiencia concreta de la pandemia en la Argentina. Porque los nuevos escenarios culturales son tan diversos por la pandemia, la pospandemia, la cepa Delta, el cansancio y todo lo que sucede desde lo social y desde la psicológico en nuestra sociedad, que nos parece que es un escenario que no podemos obviar y que tenemos que afrontar con valentía. Hemos querido hacer, desde ánforaweb, una reflexión sobre la praxis, sobre lo que estamos haciendo, no sobre lo que se debería hacer. Lo que el Espíritu ha permitido hacer, y con mucha humildad compartirlo. Por eso, los talleres se vuelven muy interesantes y convocantes.
P: ¿Cuáles fueron las modificaciones con respecto al año anterior? ¿Cómo fue este año la experiencia de ánforaweb?
R: La novedad que tuvo este año es que lo hemos prolongado un poquito, quitándole intensidad y densidad en el tiempo. ¿Qué significa? Empezamos a dialogar con los medios digitales y sabemos que hoy, todos pueden recurrir a ellos en cualquier momento. Tres conferencias con modalidades de exposición diversas. Si bien las ofrecimos en un horario y día determinado, sabemos que las comunidades pueden acceder a ellas en distintos momentos. Después, una serie de talleres que no los concentramos en un fin de semana, sino los hacemos durante la semana, conscientes de que pueden ser trabajados en otros momentos.
No estamos pensando Ánforaweb donde todos estemos conectados al mismo tiempo. Creemos que con los talleres, que son el foro de mayor participación, empiezan a rodar las intuiciones. No pretendemos que estas instancias sean sincrónicas, que estén presentes en el momento, sino que ánforaweb se haga presente en la reflexión y en la vida de algunos animadores para que ellos se encarguen de hacerla resonar y replicar, según sus necesidades y experiencias.
Una novedad, ciertamente, fue la incorporación del ánforaweb radial para facilitar, a quienes no tienen acceso fácil a la conectividad o les cuesta más el manejo tecnológico, el acercamiento a las intuiciones de esta iniciativa.
Acercar una mirada interdisciplinaria
P: La Iglesia continental vive un momento especial de escucha. Como referente de esta área ¿cuáles son los aportes que los catequistas pueden brindar desde la sinodalidad?
R: Hay dos líneas. Por un lado, que los catequistas participen, como parte del pueblo de Dios, en los espacios naturales, en sus comunidades, diócesis. Hay tantos frentes y tanto agotamiento por lo complejo de la pandemia que, a veces, no hay ya ni espacio mental.
Desde el espacio más propio del ISCA, estamos convencidos de la necesidad de un abordaje interdisciplinario. Desde las preguntas, hemos tratado de crear espacios de diálogo con otras disciplinas (psicólogos, sociólogos) para tratar de acercar una mirada que tenga como el modo poliedro, respuestas con distintos matices con el aporte interdisciplinar.
P: ¿Qué pueden esperar los catequistas después de esta iniciativa virtual que llega a las comunidades?
R: Estamos convencidos de que ánforaweb es un cauce más que perdurará, más allá de la pandemia. Se complementará con el Encuentro Nacional de Catequistas (ENEC), con las diplomaturas, con los espacios regionales. Ánforaweb tiene como característica, y va a poder aportar, una perspectiva especial que concentra una mirada confiada desde el ministerio laical del catequista y el desafío de los nuevos escenarios. Ser un punto, no tanto de llegada sino de partida, de reflexiones que van a ir surgiendo a lo largo del tiempo. Es un empezar a “gerundiar” -como a mí me gusta decir- porque notamos el interés demostrado no sólo con las visualizaciones de las conferencias y talleres, sino también con el pedido de profundización de algunas temáticas brindadas.