Hoy vamos a comenzar un proceso que nos ocupará las semanas de agosto que nos quedan por delante.
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El número 3234 de la revista Vida Nueva salió con un titular de portada muy llamativo: El club de los falsos fundadores. Traía una entrevista muy interesante con José Rodríguez Carballo sobre las motivaciones que llevaban a la Santa Sede a investigar a los fundadores y fundadoras de movimientos y congregaciones por su posible desviación. Rodríguez Carballo respondía que los motivos suelen ser de tres tipos, que a veces se dan al mismo tiempo: Problemas en la gestión de los bienes para aprovechamiento personal, abusos de poder o espiritual y problemas relacionados con la afectividad.
A partir de esos tres tipos de abuso que exponía José Rodríguez Carballo en Vida Nueva, varias personas podrían razonar encadenadamente sobre ellos y después podríamos ver hacia dónde se dirigió el tema inicial.
Además te acercaré a varias noticias de vidanuevadigital.com que, también en agosto, sigue publicando sobre la actualidad de la Iglesia.
Raymond Burke
Habitualmente suelo hacer un repaso a las noticias de la web de Vida Nueva siguiendo un orden semanal, desde el sábado al jueves anteriores al episodio. Como el formato de agosto es diferente, he pensado que también el repaso lo será, así que no voy a seleccionar una noticia por día.
Voy a comenzar con una pequeña información que firma Mateo González. El titular dice: “El cardenal Burke, positivo en coronavirus”. Durante todo este tiempo de pandemia, un positivo en coronavirus debería pasar desapercibido entre los otros millones de personas que también han dado positivo. Sin embargo, rescato esta noticia por lo que implica en sí misma. Vamos a leerla en un contexto más amplio haciendo uso de la hemeroteca de la página web de Vida Nueva.
El 9 de abril de 2018 podíamos leer unas declaraciones de Raymond Burke donde afirmaba que “hay momentos en los que un papa debe ser desobedecido”, a raíz de un encuentro organizado como rechazo a la exhortación Amoris laetitia. Un tiempo antes ya había firmado ese documento de preguntas que se conoce como “las 5 dubia”.
En la misma línea podíamos leer un artículo del 11 de noviembre de 2019. En una entrevista concedida al New York Times, Burke insinuaba que el papa Francisco estaba liderando un cisma y que él no iba a formar parte de él, aunque subrayaba el hecho de que no era enemigo del papa.
Y avanzo hasta el 22 de marzo de 2020. Ese día podíamos leer un titular que decía así: “El cardenal Burke pide a los católicos desobedecer las recomendaciones sanitarias e ir a misa a pesar del coronavirus”.
El 3 de mayo de 2021, José Beltrán firmaba un artículo donde nos informaba que varios cardenales habían sido elevados a la orden de presbíteros, algo así como un “ascenso”. Entre estos cardenales también estaba Raymond Burke y, ese día, no dijo que no.
Pedro Barrado
El 11 de agosto se publicaba una entrada en el blog del biblista Pedro Barrado en la que se preguntaba si hay antisemitismo hoy entre nosotros. A Pedro Barrado le llamaba la atención una descripción sobre el pueblo judío a raíz de una lectura de un libro de 1895. Comparte un fragmento, pero con la siguiente frase puedes hacerte una idea de lo que sigue: “Los rostros de los judíos, que se vuelven a medias para contemplarnos, son casi todos de una fealdad especial, de una fealdad estremecedora”.
Aquello fue escrito en 1895; podríamos pensar que hemos avanzado mucho desde entonces. Hagamos un ejercicio de memoria.
En enero de 2009, Benedicto XVI levantó la excomunión a cuatro obispos que habían sido consagrados ilegítimamente por Marcel Lefebvre. Poco después, en febrero, leíamos que Richard Williamson, uno de esos obispos, negaba la existencia de la shoah (el genocidio judío por parte de los nazis) y que ese hecho había llevado al Gran Rabinato de Israel a enviar una carta a Walter Kasper indicando que quedaban rotas las relaciones con la Iglesia Católica.
De hecho, el viaje de Benedicto XVI en mayo de 2009 tuvo que derribar algunos muros que esas declaraciones de Williamson habían levantado. Lo podíamos leer hace 12 años en el editorial del número 2660 de Vida Nueva. Ratzinger se desmarcaba del negacionismo de la shoah diciendo: “Que sus sufrimientos no sean nunca negados, minimizados u olvidados”.
Y algo parecido sucedió en 2013 cuando la Conferencia Episcopal de Canadá se sintió empujada a emitir un comunicado en el que denunciaba todas las formas antisemitismo a raíz de unas declaraciones de Bernard Fellay, que en aquel momento era el superior de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X. Fellay definía a los judíos como enemigos de la Iglesia. Los obispos canadienses tuvieron que recordar que esa fraternidad es un grupo cismático que no está en comunión con la Iglesia católica.
Cierro la cuestión del antisemitismo con un artículo escrito por el cardenal Gianfranco Ravasi en enero de 2017 titulado “Lutero, el antisemita”. El fraile agustino que dio origen a la Reforma tenía una visión sobre los judíos similar a la expresada por Bernard Fellay, de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X, ya que los veía como si constituyeran una amenaza para el cristianismo. Su antisemitismo fue instrumentalizado por el nazismo, pero el cardenal Ravasi recuerda unas palabras de Thomas Kaufmann: “Estudiarlo de forma histórica no significa justificarlo, disminuirlo o hacerlo menos relevante. Significa colocarlo en su mundo y considerarlo dentro de sus propios límites”.
Razonamiento encadenado
José Fernando Juan:
- La historia nos ha ido empujando hacia un modo de vida egoísta. Se arriesga todo con tal de alcanzar una posición de seguridad con la esperanza de no sufrir.
- Que la Doctrina Social de la Iglesia no es un añadido artificial al Evangelio.
- No tiene sentido el dinero o la riqueza sin una orientación que apunte hacia la dignidad de la persona.
Fernando Cordero:
- En su razonamiento, Fernando Cordero recordaba una de las entrevistas de su programa con Margarita Saldaña: Misterio de la cotidianidad.
- Rescato también lo que comentaba sobre descubrir el poder de la herida, porque en esa senda está el inicio de la sanación.
- Y lo relaciono con esa idea de que debemos ser capaces de comunicarnos desde la debilidad. Cuanto más pequeños, mayor grandeza.
Daniel Pajuelo:
- Nos pasamos la vida maquillando la debilidad porque no hay tiempo para mostrarse frágil y débil.
- Al mismo tiempo, nuestro mundo está lleno de personas rotas (frustraciones por proyectos infructuosos, relaciones truncadas, separación por la muerte…).
- Jesús comparte nuestra debilidad y se convierte en faro a partir del cual darle sentido a ella.
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