Tras salir a la luz las condiciones de esclavitud de los trabajadores de una imprenta italiana, Francisco anima a utilizar los medios de comunicación para “denunciar” y “sacudir” las conciencias
“Para un cristiano cualquier forma de explotación es un pecado”. Así de claro se expresa el papa Francisco en una carta publicada este jueves por el diario genovés ‘Il Secolo XIX’, en la que responde a una misiva anterior enviada por el escritor Maurizio Maggiani. En su texto, el autor plantea las dudas éticas surgidas tras saberse que la famosa imprenta Grafica Veneta, en la que Maggiani ha publicado alguno de sus libros, utilizaba mano de obra en condiciones de explotación. A través de una subcontrata, Grafica Veneta se servía de empleados paquistaníes a los que se obligaba a trabajar hasta 12 horas al día y a pagar a la empresa un alquiler por vivir hacinados y en condiciones precarias.
“¿Vale la pena escribir historias con el ardor de las mejores intenciones y que querríamos ricas de belleza si luego paraofrecérselas al lector necesitamos del trabajo de esclavos?”, pregunta al Pontífice Maggiani, que se define como no creyente aunque asegura tener una sensibilidad compartida hacia el tema de la explotación laboral con Jorge Mario Bergoglio.
“Creo que publicar textos bellos y edificantes creando injusticias sea un hecho de por sí injusto. Y para un cristiano cualquier forma de explotación es pecado”, le responde el Papa en su carta, destacando que la duda que plantea el escritor no es banal, pues “está en juego la dignidad de las personas, que demasiado a menudo y fácilmente hoy se ve pisoteada con el trabajo esclavo”.
Ante la pregunta de “¿qué puedo hacer yo?” frente a estas situaciones, Francisco invita a utilizar “la pluma o el teclado del ordenador” para “denunciar” y escribir “cosas incómodas” que “sacudan y estimulen” las conciencias, evitando así que las personas queden “anestesiadas” por la indiferencia. Ésta debe ser combatida para no dejarse avasallar por “la cultura del mercado”, en la que priman solo “el dinero y los intereses”. Por eso el Papa insta a denunciar “los mecanismos de muerte y las estructuras de pecado”.