Al celebrar el Día Nacional del Joven Católico, el responsable de la Pastoral de Adolescentes y Jóvenes de la CEM llamó a superar el individualismo y el egoísmo, y no descuidar a los más vulnerables
Al celebrar Día Nacional del Joven Católico este domingo 15 de agosto, el responsable de la Dimensión de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Juan Armando Pérez Talamantes, llamó a superar el individualismo y el egoísmo; y no descuidar a los más vulnerables de este sector.
“Busquemos a los jóvenes tristes, heridos y desanimados, a los que están confundidos, a los que están sufriendo soledad y orfandad, a los que están decepcionados, a los que sufren la tentación; atendamos el cuidado y desarrollo integral de los niños; pensemos de manera colaborativa para atender las necesidades básicas”, dijo el también obispo auxiliar de Monterrey.
En su mensaje, recordó que el momento histórico que vive la humanidad es de “oscuridad y confusión (…) los problemas de todos los días van creciendo, algunos se agudizan; muchas personas viven la incertidumbre y el dolor por la angustia, la enfermedad y la muerte, otras parece que no se dan cuenta de lo que sucede,… pero, con una mirada serena en la fe, podemos también reconocer la presencia del amor de Dios”.
Advirtió que en este contexto la Iglesia habrá de seguir una ‘ruta’ que no es sencilla: “podemos vislumbrar terrenos pedregosos, caminos sinuosos, tormentas que se avecinan, oscuridades que tendremos que atravesar llenos de fe; necesitaremos fortalecernos unos a otros; reforcemos nuestra oración individual y comunitaria; será de mucho provecho espiritual el rezo del Santo Rosario”.
El obispo llamó a los jóvenes mexicanos a encontrarse con Cristo para dejarse abrazar por Él y trabajar juntos por un México mejor, conforme al desarrollo de la civilización del amor.
Aseguró que los jóvenes son generadores de esperanza en la sociedad cuando comunican la verdad; cuando trabajan en proyectos de bien y buscan abiertamente la justicia; cuando atienden a los necesitados; cuando predican el Evangelio e invitan a todos a encontrarse con Jesucristo.
Asimismo, “generan esperanza en el corazón de los mexicanos cuando trabajan por la vida, especialmente la vida del ser humano; generan esperanza cuando, como discípulos de Cristo, buscan la verdad, investigan la realidad y se esfuerzan por vivir conforme a ella (…) cuando se proponen metas altas en su vida, y luchan por ellas inspirados por el auténtico amor; cuando eligen el camino verdadero y rechazan la mentira y la corrupción, y cuando se entregan con compromiso a ser mejores personas“.
Tras pedir a los jóvenes ejercer el don de la razón que Dios les ha dado, Pérez Talamantes los exhortó a invitar a todos los jóvenes a esa “Ruta con Cristo”, y acudir a Santa María de Guadalupe cuando sean víctimas del desánimo y el cansancio.
“Recordemos que nada ni nadie nos puede apartar del amor del Señor, cuidamos la libertad que Él mismo nos ha ganado por la Sangre de su Cruz, ya que fue derramada para el perdón de nuestros pecados, para salvarnos de la muerte eterna y darnos vida digna y plena, abundante en frutos, sobreabundante en amor y gracia”.
También los exhortó a nunca perder la alegría que viene del Espíritu Santo: “la alegría sincera de los jóvenes valientes genera esperanza en el corazón del pueblo… Vayamos por el camino inundando las resequedades con el agua de la vida, esparciendo el buen olor del amor de Jesús, generando esperanza en los corazones de quienes sufren”.
El Día del Joven Católico fue instituido en 2015 por la CEM; la fecha fue escogida para el primer domingo luego del 12 de agosto, fecha en que se celebra el Día Internacional de la Juventud establecido por las naciones Unidas (ONU).