“¿Cómo vivo yo, con miedo de ir al infierno o con la esperanza y la alegría de la gratuidad de la salvación en Cristo?”, pregunta Francisco a los fieles durante la catequesis en el Aula Pablo VI del Vaticano
En la audiencia general que presidió este miércoles en el Aula Pablo VI del Vaticano ante varios centenares de fieles, el papa Francisco continuó con su ciclo de catequesis sobre la Carta de San Pablo a los Gálatas y el valor propedéutico de la Ley después de la llegada al mundo de Jesucristo.
La Ley tiene una “función positiva” pero “limitada en el tiempo”, por lo que una vez que se alcanza la fe “debe ceder el puesto a otra autoridad”. “¿Esto quiere decir que se ha acabo la Ley y podemos decir que creemos en Jesus y hacemos lo que queremos?”, preguntó el Pontífice, para responder que “no” y aclarar a continuación que siguen vigentes los 10 Mandamientos, aunque no son ellos los que “nos justifican”, sino Jesucristo.
“Los 10 Mandamientos se deben cumplir, pero no nos dan la justicia. Es la gratuidad del encuentro con Jesús la que nos justifica. El mérito de la fe es recibir a Jesús, abrir el corazón. Hay que cumplir los Mandamientos, pero como ayuda para el encuentro con Jesús”, explicó Jorge Mario Bergoglio improvisando sobre el texto que tenía preparado.
Los fieles deben tener en cuenta esta enseñanza sobre el valor de la Ley, que evitar “caer en equívocos y realizar pasos en falso”. Para ello resulta útil hacerse estas preguntas: “¿Cómo vivo yo, con miedo de ir al infierno o con la esperanza y la alegría de la gratuidad de la salvación en Jesucristo? ¿Desprecio los Mandamientos o los cumplo, pero no como absolutos, sino porque sé que lo que me justifica es Jesucristo?”
En la parte inicial de su catequesis, el Papa subrayó cómo a partir de la fe en Jesús se produce “un ‘antes’ y un ‘después’ respecto a la Ley”, de manera que aunque permanece la validez de los Mandamientos, cambia la actitud respecto a ellos después de la llegada de Cristo.