Hoy estrenamos un nuevo episodio del Podcast de Vida Nueva con contenido seleccionado para ti con toda la actualidad de la Iglesia en el mundo
Hoy escucharemos el valioso aporte de Ianire, Óscar y Cristina acerca de las relaciones de dominación y abuso de poder que se producen en el seno de la Iglesia.
También hablaré sobre los dos temas que vienen ocupando las portadas de varios medios de comunicación durante los últimos días: el devastador terremoto de Haití y la toma del poder en Afganistán por parte de los muyahidines talibanes.
La semana pasada, comencé el episodio con una noticia sobre el cardenal Raymond Burke, que había iniciado un tratamiento médico a raíz de su positivo en coronavirus. Leí esa noticia en un contexto más amplio con respecto a su postura negacionista en muchos aspectos.
El martes de esta semana, Darío Menor firmaba un artículo de Vida Nueva en el que informaba de que el cardenal Burke había sido intubado como consecuencia derivada de su infección por coronavirus.
Relacionado con lo anterior, el miércoles 18 leía que el papa se ha sumado a una campaña publicitaria a favor de la vacunación frente a la Covid 19. En ella también aparecen varios obispos y cardenales, cada uno de ellos aportando una idea para reforzar el hecho de que las vacunas frenan efectivamente el avance de la enfermedad. Por ejemplo, el cardenal Gregorio Rosa, obispo auxiliar de San Salvador, dijo que “nuestra decisión de vacunarnos afecta a otros”, por lo que “es una responsabilidad moral y un acto de amor para toda la comunidad”.
Ya sabes que el 14 de agosto un terremoto hizo temblar el suelo de Haití. También estás al tanto de la magnitud del seísmo y de las terribles consecuencias en lo humano y lo material. Al principio nos llegaban informaciones sobre 29 fallecidos y, un par de días después, la suma ascendía hasta más de 1400. Hace 11 años, otro seísmo asoló el país. Hace 10 años se convirtieron en un pueblo olvidado. El sábado pasado volvieron a ser noticia. A día de hoy el olvido internacional les vuelve a merodear. Hay otros temas de interés mediático.
Y otro tema que está atrayendo el interés de millones de personas es la situación que se vive ahora mismo en Afganistán. Las redes sociales se han llenado de expertos que lo saben todo sobre el más mínimo detalle de la cultura afgana. Memes e imágenes con chistes, muchos. Críticas gratuitas, a puñados. Soluciones y propuestas, bastantes menos. Poco de lo que yo te diga va a aportar realmente al diálogo sobre la situación de la población afgana, especialmente de las mujeres. Has oído hablar mucho sobre el burka, las violaciones y los matrimonios forzados. Son cuestiones de una importancia tremenda, sin lugar a dudas, pero lamentablemente no son las únicas. ¿Qué va a ser de las congregaciones religiosas que están presentes en el país? A día de hoy no se puede ser cristiano afgano sin ser perseguido. No es posible la evangelización porque se considera proselitismo. Echa un vistazo al artículo del martes 17 de agosto firmado por José Beltrán.
Habla sobre los barnabitas y otras congregaciones que resultan ser el último reducto católico en Afganistán. Se puede entrever lo precario de su situación. Del mismo día, una publicación de Mateo González habla sobre la persecución a los cristianos expuesta por la asociación Open Doors. Y termino con una reflexión de la que se hace eco la web de Vida Nueva en una entrada del miércoles 18. Son unas palabras expresadas por Luis Argüello, el secretario de la Conferencia Episcopal Española. Decía en su cuenta de Twitter: “Afganistán pone de manifiesto la inconsistencia del elogio relativista de las culturas. No todas merecen el mismo respeto multicultural. Han de ser valoradas por su servicio a la dignidad radical y universal de la persona: a su vida, conciencia, libertad e igualdad”.
De regreso a lo que comentaba al comienzo del episodio, hoy vamos a adentrarnos en otro tipo de abusos que para desgracia nuestra y del mundo están arraigados (y a veces institucionalizados) en el corazón mismo de nuestra Iglesia.
La semana pasada, escuchamos los estupendos razonamientos de José Fernando Juan, Fernando Cordero y Daniel Pajuelo acerca del abuso de los bienes para el aprovechamiento personal.
Ianire Angulo:
Óscar Romano
Cristina Inogés Sanz
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