El purpurado conservador, célebre por sus críticas al Papa y su escepticismo frente al coronavirus, está sedado y entubado en un hospital de Estados Unidos después de contagiarse de Covid-19
No mejora el estado de salud del cardenal Raymond L. Burke, ingresado desde el pasado domingo en un hospital de Wisconsin (Estados Unidos) tras contagiarse de Covid-19. El último parte médico ofrecido por la familia del purpurado, célebre por sus críticas al papa Francisco y su escepticismo ante las vacunas contra el coronavirus, indica que su condición es “seria pero estable” y que se encuentra sedado y entubado para poder respirar.
“Está recibiendo excelentes cuidados médicos y sacramentales. Por favor, recen por su recuperación”, puede leerse en el comunicado hecho público por el sacerdote Paul N. Check, director ejecutivo del santuario de Nuestra Señora de Guadalupe de Wisconsin, un templo fundado por Burke. Su familia pidió a Check que se encargue de informar sobre cómo evoluciona su hospitalización.
Mientras permanece sedado y conectado a un respirador, los familiares del cardenal, referencia en los círculos eclesiales más conservadores, son “responsables de todas las decisiones médicas” que afecten a su salud y que están tomando “con gran confianza en los cuidados” que se le están brindando. El purpurado, que recibió los sacramentos de manos de sacerdotes amigos, cuenta con varias reliquias en su habitación.
Los familiares de Burke aprovecharon el comunicado para invitar a los fieles a no mandar más mensajes al santuario ni seguir llamando a la residencia del purpurado en Roma porque, “involuntariamente”, pueden convertirse en “una carga” en este difícil momento. La “efusión de amor, oraciones y apoyo” durante la hospitalización de Burke significa en cualquier caso un “gran consuelo” para la familia y refleja “las virtudes de un hombre al que muchos consideran un padre espiritual”.
En su comunicado, los familiares del purpurado advierten de que no informarán de “todos los detalles” del tratamiento médico que recibe el cardenal ni tampoco del nombre del centro médico en el que está ingresado. En su llamamiento a respetar su privacidad, señalan que el período de hospitalización y aislamiento tras contagiarse de Covid-19 puede prolongarse “mientras el cuerpo de Su Eminencia lucha contra la infección y recupera fuerzas”. Por el momento permanecerá sedado para facilitar así “su paz y descanso”.