La Secretaría de Educación Pública ha anunciado que el inicio del ciclo escolar 2021-2022 iniciará de manera presencial este 30 de agosto, pese a que 17 estados del país se encuentran en semáforo epidemiológico naranja, siete en rojo, siete en amarillo y solo uno en verde.
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Desde el inicio de la pandemia del Covid-19 en México, a mediados de marzo de 2020, se suspendieron las clases presenciales en el país para los 25 millones 680 mil 370 alumnos de educación básica. Un año y medio después, el gobierno federal considera que es necesario el regreso presencial de los alumnos a las aulas.
Conforme se acerca la fecha establecida por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, crece el debate en torno de la conveniencia de que los alumnos retornen a las escuelas; en ese sentido, Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, consideró que la discusión al respecto no debe convertirse en un conflicto, sino que cada familia debe optar libremente por la opción que más convenga a sus pensamientos y necesidades.
Procurar la salud física y emocional
Para el arzobispo de Monterrey, ante la gran diferencia de opiniones que existe respecto de este tema, es importante que, tanto los padres de familia, como los maestros y las autoridades de educación, busquen el punto medio, que disponga a todos a tener un inicio de actividades académicas de forma armónica.
Algunos padres de familia –dijo Cabrera- piden la impartición de clases de forma presencial, otros de forma virtual o híbrida, y “bien sabemos que todos tienen razones muy válidas que deben ser escuchadas y respetadas”.
Añadió: “todos debemos ser responsables de nuestras propias decisiones y asumir las consecuencias de las mismas. Ordinariamente es importante no buscar generalizar, y en esta circunstancia en particular es necesario que se busquen alternativas viables en las que libremente se opte por aquella que más convenga a cada familia”.
El presidente de los obispos hizo un llamado al diálogo sereno y respetuoso entre todas las partes involucradas para que el resultado obtenido genere un beneficio para todos, principalmente para los niños y adolescentes, “a quienes debemos procurar en su salud física y emocional”.
Ciclo de catequesis y semana dedicada a la misma
Por otro lado, el arzobispo de Monterrey explicó que, por parte de la Iglesia, se están tomando también las medidas necesarias para el inicio del ciclo de catequesis que, ordinariamente, se tiene a la par del curso escolar.
“He dado instrucciones a los sacerdotes para que retomen los cursos de manera virtual, en espera de que en un futuro no muy lejano podamos volver a la forma tradicional de catecismo en nuestras parroquias”, dijo.
Detalló que cada parroquia tiene una organización particular conforme al lugar en donde se ubica y las instalaciones con las que se cuentan, “pero procuramos estar siempre en coordinación para no confundir a los padres de familia que deciden llevar a sus hijos al catecismo”.
Asimismo, hizo una invitación a los catequistas a participar de forma virtual de la Semana de Catequesis arquidiocesana, del 23 al 29 de agosto, que concluirá con la Santa Misa que presidirá él mismo desde la Catedral Metropolitana.
Durante esa semana –detalló- “reflexionaremos en temas de gran interés ante los desafíos que presenta la catequesis en el mundo de hoy y el llamado que hace el papa Francisco a vivir nuestro compromiso bautismal. De la misma manera, hablaremos de la importancia de los ministerios laicales en nuestra Iglesia y la necesidad de vivir la sinodalidad”.