Los obispos de Puerto Rico han dejado muy clara su posición sobre la vacuna contra el Covid-19: “No hay objeción moral, ni ética ni de conciencia” para aplicársela.
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Esta polémica se ha suscitado, luego de que las autoridades de la isla estableciaran la obligatoriedad del biológico en la administración pública, escuelas y universidades, con una exención por motivos religiosos.
No hay fundamento moral
Al respecto, los prelados han señalado “no hay fundamento en la enseñanza moral de la Iglesia para rechazar los requerimientos de vacunación”.
Por tanto “no se autoriza en nuestras diócesis que sacerdotes, diáconos o agentes de la Iglesia comparezcan ante notarios a declarar bajo juramento las exenciones por razones religiosas”.
“Los fieles son responsables de sus propias acciones, cortésmente debemos clarificarles que no pueden usar de fundamento las enseñanzas morales de la Iglesia Católica para rechazar las vacunas”, acotaron.
Sacerdotes y diáconos a vacunarse
“Entendemos que el requerimiento del Gobernador a empleados públicos y privados a vacunarse no contradice las enseñanzas de la Iglesia ni las expresiones y acciones del Papa Francisco con relación a la vacunación contra el Covid-19”, han dicho.
Por ello “nos hacemos eco de las palabras del Papa Francisco de que quien se vacuna realiza un acto de amor, un gesto de caridad a favor del bien común”.
Asimismo han pedido a diáconos y sacerdotes vacunarse para el 15 de septiembre para lo cual deben presentar el certificado a los cancilleres de sus diócesis, todo esto para “proteger a nuestros ministros y fieles”.
Los obispos aclaran que “se exceptúa de esta norma a aquellos que no pueden recibir la vacuna por no tener la edad dispuesta por el CDC o el FDA y a aquellos que cumplen con los requisitos para la exención médica”.