El papa recibe en audiencia a un grupo de legisladores que forman el ‘International Catholic Legislators Network’
Sentado mientras se recupera de su intervención quirúrgica del colon, el papa Francisco ha recibido este viernes, 27 de agosto, a un grupo de políticos que forman el ‘International Catholic Legislators Network’, una red internacional de legisladores católicos acompañada por el cardenal Christoph Schönborn. La pandemia, pornografía infantil, robo de datos, redes sociales… son temas que han estado encima de la mesa en este encuentro.
Señalando que la pandemia por el coronavirus “hace estragos” y que “también ha causado mucha ruina económica y social”; ha recordado a los parlamentarios que están “llamados a colaborar, a través de vuestra acción política, en la renovación integral de vuestras comunidades y de la sociedad en su conjunto”. “No sólo para derrotar al virus, ni para volver al statu quo anterior a la pandemia, sino para abordar las causas profundas que la crisis ha revelado y amplificado: la pobreza, la desigualdad social, el desempleo generalizado y la falta de acceso a la educación”, reclamó.
“¿Qué vocación más elevada hay que servir al bien común y priorizar el bienestar de todos antes que el beneficio personal? Este debe ser siempre vuestro objetivo, porque la buena política es indispensable para la fraternidad universal y la paz social”, interpeló a los presentes. Entrando en el tema de las nuevas tecnologías, cuestión que han debatido los políticos, el Papa advirtió que “abandonadas a su suerte y a las fuerzas del mercado, sin una orientación adecuada por parte de las asambleas legislativas y otras autoridades públicas guiadas por un sentido de responsabilidad social, estas innovaciones pueden amenazar la dignidad del ser humano”.
“No se trata de frenar el progreso tecnológico”, señaló, sino de crear “una legislación cuidadosa puede y debe guiar la evolución y la aplicación de la tecnología para el bien común”. “Pienso, por ejemplo, en la lacra de la pornografía infantil, la explotación de datos personales, los ataques a infraestructuras críticas como los hospitales y las falsedades difundidas a través de las redes sociales”, ejemplificó. “Les animo encarecidamente a asumir la tarea de una reflexión moral seria y profunda sobre los riesgos y las oportunidades inherentes al progreso científico y tecnológico, para que la legislación y las normas internacionales que la rigen se centren en promover el desarrollo humano integral y la paz, y no el progreso por sí mismo”, apuntó Francisco.