Impulsar una renovación pastoral, personal y comunitaria de la Diócesis de Barbastro-Monzón. Este es el objetivo del decreto firmado hoy, 1 de septiembre, por Ángel Pérez Pueyo, y por medio del cual se establece una reestructuración que da un papel protagonista a los laicos e importantes cambios de gestión geográfica.
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De esta manera, tal como ha señalado el obispo en el portal de la Diócesis, se busca “garantizar un servicio pastoral adecuado a las necesidades personales y espirituales que tenga cada uno de los hijos de esta Diócesis con el deseo de que ninguno se pierda”. Todo ello, subraya, “armonizando y potenciando todos los recursos humanos del territorio: sacerdotes, consagrados y laicos, aunando esfuerzos y respondiendo solidariamente a los nuevos desafíos de esta Iglesia diocesana tan extensa geográficamente, envejecida, despoblada, rural toda ella, tornándola en una Iglesia viva, misionera, corresponsable y martirial”.
En su forma, el decreto aborda cuatro cuestiones troncales: la renovación de los Consejos Presbiteral, Pastoral y de Asuntos Económicos de la Diócesis; la aprobación de su nueva normativa estatutaria; la reestructuración de las divisiones territoriales de la Diócesis, y la modificación del organigrama de Barbastro-Monzón.
Una estructura renovada
De esta manera, las seis comarcas que conforman la Diócesis de Barbastro-Monzón –Somontano, Cinca Medio, la Litera, Bajo Cinca, Sobrarbe y Ribagorza– quedan estructuradas en cuatro arciprestazgos y ocho unidades pastorales. En cada una de ellas, el obispo nombrará, con el consejo de sus sacerdotes, un equipo de cinco laicos que integren los consejos de cada una de ellas, con el fin de que ayuden al equipo sacerdotal en la coordinación de la actividad pastoral y en la gestión. Por su parte, los arciprestes, José Antonio Castán, José Huerva, Julián Sepúlveda y Joaquín Trujillo, centrarán su labor en la atención pastoral de todos los pueblos.
Ángel Noguero continuará como Vicario General de esta renovada estructura pastoral por cinco años a partir de la fecha del Decreto. Juan Ignacio Cardona, que sigue como Vicario Episcopal de Pastoral, pasa a ser el Delegado de Caridad y moderador del Equipo que forma junto con los Delegados de Anuncio y Liturgia; Francisco Cabrero será el Delegado de Anuncio y Julián Sepúlveda será el Delegado de Liturgia. El Vicario General cumpliendo su misión de ordinario del lugar, coordinará la acción pastoral y se ocupará de la atención personal y de la coordinación de los sacerdotes, de los animadores de la comunidad y de los consagrados.
Francisco Cabrero continúa como Vicesecretario-Canciller. También continúan por cinco años José Mairal Villellas como Vicario Judicial, Fernando Juste Oncíns como Notario de Curia y José María Huerva Mateo como Administrador. Cesa Joaquín Trujillo como Delegado de Pastoral Vocacional y Rector del Seminario, puesto del que tomará el relevo José Luis Nunes que, además, formará parte del equipo de pastoral juvenil-vocacional. Y se procede también al relevo del Responsable del Registro de fincas del Patrimonio, que recae en la persona de Julián Sepúlveda.
El papel de los laicos
Además, el obispo seguirá confiando “algunos servicios técnicos a profesionales laicos, con el fin de que los sacerdotes que trabajaban en la Curia puedan dedicarse íntegramente al ámbito pastoral y así lograr no sólo una mayor eficiencia y profesionalidad en la gestión, sino, sobre todo, intentar hacer sostenible la Diócesis”. Ejemplo de ello es el de la Secretaría General, en manos de Beatriz Mairal, y la delegación de Medios de Comunicación, donde Ascen Lardiés seguirá en el cargo actuando de forma transversal en todas las áreas pastorales y formando parte de la Comisión Permanente.
El equipo jurídico-económico estará integrado por la viceadministradora general, Marta Calavera; la secretaria general; el consultor económico David Martín; y un asesor de seguimiento de la gestión, Jesús Gracia. En manos de este equipo recae la coordinación de las nuevas comisiones creadas: de Inversiones y de Patrimonio, de Obras y de Presupuesto. Asimismo, Marta Calavera coordinará el proyecto que pretende convertir el edificio del Seminario en la Casa de la Iglesia para alojar en ella los departamentos de la Curia, el Proyecto arquitectónico y pastoral.
Finalmente, el documento recoge la refundación de El Cruzado Aragonés, que se presentará el 23 de septiembre de 2021 tras año y medio de trabajo, con el objetivo de convertir a este centenario medio de comunicación en un moderno proyecto multiplataforma y omnicanal, asegurando su misión y sostenibilidad en el siglo XXI. José María Albalad continuará pilotando el Proyecto de Reforma, hasta su completa implementación. Y Jesús Gracia será el Presidente del Patronato. A ellos les tocará, de acuerdo a los Estatutos, conformar los equipos técnicos y elegir a los miembros del Patronato.