Mauricio López, coordinador de la escucha, espera que este proceso se conecte con el Sínodo anunciado por el Papa para octubre
Con el cierre del proceso de escucha este 31 de agosto, la Asamblea Eclesial pasa a la etapa de síntesis que, según Mauricio López, director del Centro pastoral de redes y acción social del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), tendrá como resultado un documento de discernimiento.
López que ha estado frente del comité de escucha de la Asamblea Eclesial –haciendo un primer balance del proceso– aseguró que la meta inicial a la que aspiraban era de 50.000 personas, sin embargo “podemos decir con certeza que cerca de 60.000 personas han participado de manera directa y formal”.
“De seguro muchísimas personas más han participado de tan diversos modos en sus espacios pastorales compartiendo sus anhelos, expectativas, deseos y esperanzas., y que quizás no están registrados formalmente”, acotó.
Además ha encomiado los esfuerzos de “la Iglesia en Salida y movilizada como Pueblo de Dios en un momento de tal crisis como el actual, ya es un signo de esta Iglesia Viva, que quiere seguir avanzando para ser más fiel a su llamado, y a ser más Sinodal”.
Por ello “estamos seguros que algunas decenas de miles de más no están registrados en la plataforma pero han participado con pleno compromiso en sus grupos y en sus comunidades”.
También ha señalado que “esto nunca se trató de masificar la participación por el hecho de alcanzar unos números, siempre fue acerca de producir un movimiento sinodal en la vida del pueblo de Dios y ayudar a abrir caminos”.
“Gracias a todos los que se hicieron cargo de este proceso de manera conjunta y sinodal en todas las instancias de la Iglesia, desde la comisión de escucha que he tenido el privilegio de acompañar, en nombre de todos y todas quienes han servido en este proceso, nuestra gratitud y reconocimiento”, ha dicho.
Asimismo ha expresado a quienes “no pudieron participar de manera activa y los que aún tienen dudas y miedos” a asumir este proceso de Asamblea Eclesial como una invitación “a ser más Iglesia que anuncia el Evangelio y encuentra a Cristo para tejer Reino y que quiere ser más fraterna y sinodal”.
“Las puertas están abiertas y la invitación a seguir adelante porque el proceso continúa, y esperamos con mucha ilusión que se conecte plena y directamente con el camino del Sínodo sobre Sinodalidad que el Papa ya ha anunciado para la Iglesia Universal”, explicó.
De tal modo –afirma– es la persistencia, insistencia y resistencia del Espíritu Santo la que nos sigue abriendo posibilidades para seguir avanzando, ofreciendo nuestra fragilidad, y confiando en el Dios de la vida que nos guía en el camino.