El presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Barcelona ha destacado que el Pontífice “tiene una actitud muy sinodal, de comunión”
Entre quienes han valorado a la entrevista del papa Francisco a la Cadena Cope ha estado el cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Barcelona. El purpurado ha intervenido en la misa emisora para comentar sus impresiones en el programa ‘La Linterna’ y ha asegurado que “el papa Francisco se ha presentado con toda naturalidad delante de Carlos Herrera, es el Papa que yo conozco”.
Omella ha destacado la implicación constante del pontífice en la cuestión de los refugiados, ahora también en el caso de la crisis en Afganistán. “Machaconamente nos recuerda que son hermanos nuestros y hay que ayudarles, ayudarles a integrarse de verdad”, resaltó. A raíz del seguimiento de la actualidad de Bergoglio, Omella lo describió como “ese cura de pueblo al que le han ensanchado el pueblo, que ahora es todo el mundo. Esta al corriente de todo, lo sigue todo y sabe escuchar”,
“Tenemos un grave problema en Europa, no hay nacimientos, ¿querremos de verdad Europa, a España, a nuestra región, cuando no hay nacimientos?”, cuestionó el purpurado a partir del “suicidio demográfico”. Sobre las claves políticas de la entrevista, el cardenal destacó que “hay que escuchar a otros y eso sirve también para la política hay que saber gobernar escuchando también a la oposición”.
El arzobispo de Barcelona destacó, además, que “el Papa tiene una actitud muy sinodal, de comunión. No quiere ser un gobernante solitario porque quiere caminar con todos. Lo empezó haciendo con ese grupo de cardenales que le ayudaron”. Algo que se traduce también en la agenda de los próximos meses: “El sínodo para el mes de octubre, es para una Iglesia sinodal, en misión, pero desde la comunión y empieza convocando a cada diócesis en cada iglesia local y luego lo estudiaremos los obispos, primero quiere escuchar al pueblo de Dios”.
Finalmente, sobre una posible visita a España, el purpurado no quiso jugar a ser profeta pero destacó que “el Papa ama mucho a España como todos los argentinos o latinoamericanos. Se le nota que quiere y conoce perfectamente a España. Ojalá. Yo desearía que viniese a Santiago y también a Manresa, que se diese una pequeña vuelta por nuestra tierra”.