Walmor Oliveira, arzobispo de Belo Horizonte y presidente de la Conferencia de Obispos de Brasil, en un mensaje con motivo del día de la Independencia a celebrarse este 7 de septiembre, ha pedido superar las divisiones y la intolerancia.
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“Somos hermanos incluso de aquellos con los que no estamos de acuerdo”, por ello cada cristiano “debe ser un agente de paz”, porque “la paz no se construye con armas”.
“Brasil está siendo contaminado por un sentimiento de ira e intolerancia” y “muchos en nombre de las ideologías se dedican a las agresiones, a las ofensas, incluso al absurdo de defender el armamento de la población”, lamenta.
Respetar a los indígenas
El prelado ha fustigado a Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, por su política anti-indígena, le ha recordado que los pueblos originarios son portadores de la historia, que “nuestra patria no empieza con la colonización europea”.
Actualmente –denuncia– los pueblos indígenas, históricamente perseguidos, diezmados, se enfrentan a una grave amenaza a causa de la presión de un poder económico extractivo y codicioso que hace todo lo posible por agotar nuestros recursos naturales.
“Este poder trata de manipular a los responsables de la toma de decisiones, de cambiar los marcos legales, de avanzar sobre las tierras indígenas, diezmando la naturaleza, los pueblos originarios y su cultura”, lamenta.
Además ha abogado por políticas públicas que ayuden “a la recuperación de la economía y a la inclusión de los más pobres en el mercado laboral”.
Recuerda a los pueblos originarios, insistiendo en que destacando la urgencia de que “la relación con el Planeta debe estar guiada por la armonía”.
Todos somos hermanos
Asimismo hizo un enérgico llamado al respeto a las instituciones democráticas nada justifica el irrespeto contra de estas, por ende “los desacuerdos no pueden justificar la violencia, la intolerancia nos aleja de la justicia y la paz, nos aleja de Dios, ¡todos somos hermanos!”.
Por ahora ha pedido “rezar juntos para que Brasil encuentre una nueva forma de superar sus crisis, y junto con el mundo superar esta pandemia“.
También hace un llamado para que “cada persona se vacune y respete las medidas de seguridad, fundamentales para evitar la propagación de la enfermedad“ y como “un compromiso ético, una tarea cristiana”.
El presidente del episcopado brasileño invita a construir el país que soñamos: “No olvidemos las palabras de Don Helder Cámara, que nos llama a que soñemos juntos, porque un sueño que se sueña solo es sólo un sueño. Un sueño soñado juntos es el comienzo de una nueva realidad”.
Foto: CNBB
