Ofrecer una sólida base antropológica sobre la que sea posible construir una cultura de la vida en la política, la educación y la familia. Esta es la meta que guía el Postgrado en Matrimonio y Educación Familiar del Instituto de Estudios Superiores de la Familia de la Universitat Internacional de Catalunya. Se trata de un plan de formación flexible on-line que busca proporcionar las herramientas necesarias para entender la familia, el matrimonio y la dignidad de todo ser humano. Además aporta los conocimientos necesarios para el desarrollo de los llamados Cursos de Orientación Familiar (COFs), una apuesta firme en entornos eclesiales.
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PREGUNTA.- Que la familia es una institución en crisis no es ninguna novedad. Pero, ¿qué herramientas aporta el Postgrado en Matrimonio y Educación Familiar para poder afrontarla?
RESPUESTA.- La familia está presente en todas las culturas, también en la nuestra, que tiene dificultades evidentes para entender y vivir la “verdad” de la familia. Pero la realidad “familia” sigue siendo connatural al ser humano.
Quizá los diversos intentos históricos de eliminar la familia como instituto natural, así como las enormes transformaciones que ha sufrido en Occidente, pueden ayudarnos a delimitar que debe entenderse por “Carácter natural de la familia”, y las dificultades de nuestra cultura para entender y vivir la verdad de la familia, sean una oportunidad de profundizar en su esencia y para proponerla de forma comprensible para el hombre postmoderno, puesto que la realidad “ser familia” es, por antonomasia, el marco común de lo humano.
Esto es lo que proponemos en nuestro Postgrado, en primer lugar, analizar el significado del concepto originario de “familia”, su función, su vigencia. Valorando las riquezas y dificultades que tiene nuestra sociedad para entenderla, y así encontrar el lenguaje y las herramientas que la hagan comprensible en la cultura actual.
P.- De todos los módulos que forman parte del postgrado, ¿cuál es el que los alumnos perciben como un descubrimiento o redescubrimiento dentro de toda la formación que se ofrece?
R.- Un objetivo prioritario del Postgrado es ayudar a los alumnos a entender y conectar los conceptos “teóricos” con la vida cotidiana, a descubrir su aplicación práctica. Cuando los alumnos comienzan el Postgrado se sienten más interesados por el Módulo de Educación Familiar, y los que desarrollan las herramientas de comunicación o resolución de conflictos, que les parecen más “prácticos”. Pero al finalizar el curso, creo que la mayoría valoran muy positivamente la primera parte del curso, sobre la fundamentación antropológica de la familia, en la que trabajamos conceptos que a primera vista parecen teóricos, pero que ayudan a redescubrir realidades que, muchas veces de tanto oírlas, hemos dejado de entender su auténtico sentido.
P.- La Iglesia está afrontando todo un proceso de renovación para ponerse al día en materia de familia. ¿Qué aportaciones realiza ‘Amoris laetitia’ a la hora de abordar la realidad de la familia?
R.- La Exhortación “Amoris Laetitiae” del Papa Francisco continúa el camino iniciado por San Juan Pablo II y Benedicto XVI en sus catequesis sobre la familia.
Este importante documento, del que ahora se cumplen 5 años, hace sobre todo un llamamiento a estar cerca, y acompañar a las personas y a las familias en el descubrimiento del amor al que hemos sido todos llamados.
Volviendo a la mención inicial a la crisis de la familia, cabría decir que lo que está en crisis es el sentido de la existencia humana, que se realiza en la capacidad de amar y ser amados. Por eso es tan importante, en un contexto cultural fuertemente individualista, redescubrir el amor familiar como ámbito del aprendizaje más importante para el destino de cada persona.
