Un Carabiniere que no estaba de servicio y acompañaba a su hijo en la ceremonia resultó herido de gravedad cuando trataba de mediar en una pelea entre las familias de un hombre y la de su exmujer
La celebración anoche de la primera comunión de varios niños en la iglesia de Santa Maria degli Ammalati, una pedanía de la localidad de Acireale, en la provincia siciliana de Catania (sur de Italia), acabó en tragedia cuando un Carabinieri resultó herido gravemente de bala al tratar de mediar en una pelea entre dos familias. Sufrió daños en la médula espinal y se teme que pueda haber quedado tetrapléjico.
El agente, llamado Giovanni Grasso y de 43 años, se encontraba acompañando a su hijo, que recibía la primera comunión, cuando se produjo una fuerte discusión frente a la parroquia entre un hombre y su exmujer, cuyo hijo también era uno de los protagonistas de la ceremonia religiosa. Aunque no se encontraba de servicio, Grasso trató de ayudar a la patrulla de Carabinieri que acudió a la iglesia para intentar poner paz en la pelea.
En mitad de la discusión, en la que estuvieron implicadas una decena de personas, un hombre de 69 años sacó una pistola con la que disparó, hiriendo gravemente a Grasso. Los otros agentes lograron luego desarmarlo y detenerlo. Será acusado de intento de homicidio y de tenencia ilegal de armas de fuego. El Carabinieri, que no perdió la conciencia, fue llevado a un hospital de Catania donde será operado en las próximas horas para tratar de que recupere la movilidad en los brazos y en las piernas.
En las imágenes de la ceremonia ofrecidas en las redes sociales por la parroquia de Santa María degli Ammalati se escucha el disparo, que provoca el pánico entre los presentes y que los familiares se apresurasen a intentar proteger a sus hijos.