La marioneta Amal, símbolo de todos los niños migrantes del mundo, ha llegado al Vaticano como parte de su recorrido por las ciudades de Europa. Allí ha sido recibida por el cardenal Michael Czerny, subsecretario de la Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, tal como informa Vatican News. El purpurado, a su encuentro en la plaza de san Pedro, ha recordado, además, que el próximo 26 de septiembre se celebra el 107º Día Mundial del Migrante y del Refugiado y que, en su mensaje para este día, el papa Francisco ha afirmado que “todos estamos en la misma barca”.
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“Aquí al lado hay realmente una barca: una escultura que el Papa Francisco ha querido colocar en la Plaza de San Pedro para recordar a todos el reto evangélico de la acogida, esa acogida que abre la puerta a encuentros extraordinarios“, ha dicho Czerny. Y ha recordado que en esta obra de arte “se puede ver que en medio de los muchos migrantes (que representan a las muchas personas que han tenido que huir a lo largo de la historia) se ven dos alas: son las alas de un Ángel. ¿Y quién sabe cuántos ángeles se esconden detrás de los rostros de tantos migrantes y refugiados, niños y jóvenes, adultos y ancianos?”. “A nosotros corresponde sólo la tarea de acogerlos y protegerlos como primeros pasos indispensables para su promoción humana integral, es decir, un futuro como todos lo queremos”, ha aseverado el cardenal.
El Papa recibe a los niños
Asimismo, Czerny ha explicado que “la cultura del encuentro, presenta desafíos” que “no siempre son fáciles” , pero que permiten a las comunidades “crecer conscientemente como familia humana, en la casa común”. “Querida Amal”, continuó el purpurado, “puedes descansar en tu tienda, por supuesto, pero pronto retomarás tu camino”, porque “cada uno de nosotros, hermanos y hermanas, está en camino, la Iglesia está en camino, y su renovación pasa por el cambio de cada uno de nosotros, mostrando que está viva”.
Por otro lado, el papa Francisco ha dirigido un saludo a los niños que han participado en la Marcha de Bienvenida ‘Apri’, organizada con motivo de la Jornada del Emigrante y del Refugiado. Tras presenciar la llegada a la plaza de san Pedro del Festival itinerante ‘The Walk’, que comenzó en la frontera turco-siria con la marioneta Amal a la cabeza, los niños se reunieron con el Papa. Francisco les animó a quedarse en el Patio de San Dámaso para jugar y, a continuación, les bendijo y pidió oraciones por él.