El Papa respalda la misión de las Misioneras de la Caridad en Bratislava. Francisco ha visitado esta tarde el Centro Belén, en el que la congregación fundada por la Madre Teresa de Calcuta acoge a personas y familias en situación de vulnerabilidad.
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El Pontífice ha improvisado unas palabras a los residentes –pese a que la visita era privada–. “Jesús nunca abandona en las dificultades”, ha recordado en un breve discurso en el que ha agradecido la labor de las religiosas.
Un Ave María junto a los últimos
En el interior del Centro, la superiora de la comunidad le ha enseñado las habitaciones para personas sin hogar. El Papa ha podido también hablar con los usuarios presentes. Antes de abandonar el Centro Belén, el Papa ha rezado el Ave María y ha impartido la bendición.
La misión de las hermanas en los suburbios de Bratislava es la de acoger a los más pobres. Las religiosas suelen ir a buscarlos al bosque, a las carreteras o los puentes para llevarlos a su casa, situada en un barrio con más de 120.000 habitantes.
Los domingos, por ejemplo, alrededor de 170 acuden a por comida que preparan las misioneras. Entre ellos, alcohólicos, drogadictos y personas en situación de calle.
