Vida Nueva ha conversado con Juan Francisco Rodríguez, panelista que abordará la dimensión del trabajo en la figura de san José
Camino Congreso Internacional Bíblico Teológico en torno a la figura de san José, organizado por la Unicatólica de Cali, Universidad Católica de Manizales y la Universidad Católica de Pereira, Vida Nueva sigue ahondando en este evento.
Esta vez Juan Francisco Rodríguez, laico colombiano, de la organización Life.inc, una firma que atiende la dimensión espiritual de varias organizaciones en Colombia. Es uno de los panelistas nacionales invitados y hablará sobre la importancia de la espiritualidad de la empresa bajo la mirada de san José.
Rodríguez también acompaña a Silencio y Espiritualidad, un centro donde “acompañamos, presencial y virtualmente, los Ejercicios Espirituales de San Ignacio; y otros espacios de silencio y contemplación”.
Las inscripciones siguen abiertas, quienes deseen participar podrán hacerlo desde cualquier parte del mundo en este enlace. Este evento cuenta además con el apoyo de PPC Colombia.
PREGUNTA.- ¿Qué puede ampliar de su ponencia en el Congreso Internacional?
RESPUESTA.- “La ponencia aborda dos temas que presentan un desafío crítico en este momento: espiritualidad y trabajo. La pandemia ha transformado la vida laboral en cuestión de meses, lo que ha traído tensiones y fatigas; para muchas personas, el trabajo en casa desdibujó los horarios y con ellos los límites. A la vez, hay evidencias de un anhelo de mayor sentido de propósito y realización existencial de parte de trabajadores de distintas industrias y geografías.
Este anhelo coincide con una primavera espiritual en medio de las circunstancias provocadas por la pandemia. Los tiempos de crisis y oscuridad nos confrontan con nuestra fragilidad y pequeñez. Ante el desmoronamiento de nuestras aparentes seguridades el corazón anhela la paz que sólo se encuentra en Dios.
En la figura de san José conviven estos dos temas: trabajo y espiritualidad; el carpintero y el místico. Aunque las referencias a José sean escasas, estos dos rasgos están en el centro de los relatos.
Es por medio de José que Jesús entró en relación con el trabajo: él fue conocido como “el carpintero” o el “hijo del carpintero”. En este hecho la tradición espiritual ha encontrado un profundo significado: el trabajo como parte fundamental del camino del Espíritu.
San Pablo que se integra a la comunidad trabajando entre ellos; el significado del trabajo manual en la tradición de los Padres del Desierto, quienes no sólo sostenían su vida con el trabajo de sus manos, sino que este les permitía alimentar a los presos en los pueblos o cuidar de los enfermos.
P.- A propósito de la figura de José el trabajador y obrero, ¿cómo ve las neoformas de explotación, subempleo, incluso en instituciones “católicas” que no respetan derechos adquiridos y la dignidad de la persona?
R.- “El empleo en nuestro país atraviesa una situación crítica. La pandemia llegó a traer picos muy altos de desempleo e informalidad. Todo esto genera un ambiente muy complejo y de mucha incertidumbre.
Aunque la legislación ha avanzado considerablemente, todavía queda mucho camino por delante, y todavía son bastantes los sectores de la economía con empresas que obran sin integridad.
El otro problema que yo veo agudizado es la sobrecarga laboral. Empieza a haber algunas señales de recuperación, pero hay muchos trabajadores con jornadas excesivas. Esta fatiga trae riesgos muy altos, desde la perspectiva personal como organizacional.
Es difícil tener claridad en medio de un ritmo frenético; impuesto muchas veces por el trabajo, pero que se extiende sobre todas las demás esferas de la vida.
Dicho esto, también se constata un movimiento contrario: organizaciones que están dando pasos significativos en materia de bienestar y cultura. Hay una levadura que crece, aun muchas veces escondida, en todos las dimensiones de la vida. Esta levadura trae paz y desarrollo.
En estos días un amigo me contaba de experiencias de trabajo cooperativo en zonas del país que han sido históricamente el epicentro de la confrontación armada, y cómo existen formas de trabajo que encuentran su fuerza en la comunión fraterna y en un sentido de esperanza. Son espacios fecundos en todos los sentidos. Aunque no aparecen en la prensa, el Espíritu no para de soplar.
P.- El trabajo infantil sigue siendo un desafío para toda la sociedad, incluso la Iglesia, por todas sus causas multifactoriales, de hecho, un tema polarizador, ¿qué podemos aprender del ejemplo de san José en cuanto a la cultura del trabajo?
R.-“En la cultura de Jesús las personas no aprendían un oficio en la universidad; lo hacían mayoritariamente en la casa y en los años de la infancia, incluso hoy perviven muchas culturas donde los niños participan activamente del oficio de sus padres, como en algunas comunidades indígenas colombianas.
En José tenemos a un padre presente en la casa y en la vida de su hijo, como le ha tocado forzadamente a tantas personas en el 2020. En este hogar de Nazaret, el trabajo no es una frontera de división entre el padre y el hijo sino un puente de comunión y de formación. Pero José es también un padre que cuida a su hijo de los peligros de su mundo. Su vocación se manifiesta como protector.
En José tenemos entonces dos claves: cuidado y comunión. Los problemas más graves de la niñez, en particular de los niños pobres, se da en la ausencia de cuidado y de vínculos de amor. Nuestra sociedad está llena de niños en contextos muy hostiles y nuestra clase política ha sido particularmente incompetente en entender la complejidad de estos problemas y de resolverlos”.
P.- ¿Puede hablarme brevemente son la organización Life.inc y de Silencio y Espiritualidad?
R.- Life inc es una firma de consultoría donde trabajamos en el fortalecimiento de la dimensión espiritual de las organizaciones tanto familiares y cooperativas. A grandes rasgos, acompañamos empresas a construir una cultura orgánica y virtuosa, que fomente la comunión, el sentido de propósito, la integridad en el trabajo, la sostenibilidad y la responsabilidad global.
También, estoy involucrado en “SilencioyEspiritualidad.com”; un centro de espiritualidad donde acompañamos, presencial y virtualmente, los Ejercicios Espirituales de San Ignacio; y otros espacios de silencio y contemplación. Allí somos testigos de esta “primavera” que mencionaba antes. Hay muchas personas con anhelo de silencio y de encuentro.
Por lo general vivimos muy lejos de nosotros mismos, pero hay circunstancias que nos llevan a despertar y a explorar, a adentrarnos en esta sed insaciable. De ahí que haya muchas personas interesadas en profundizar en las raíces de su propia tradición religiosa, o a reencontrarse con ella después de haber explorado otros caminos.
Foto: Unicatólica