El representante del papa Francisco reflexiona sobre el máximo histórico de ateos reflejado en el CIS, pero señala que “hay que ver cómo se hacen los sondeos, porque se pueden hacer bien o mal”
“En España la gente quiere vacunarse y me parece bien que ya lo haya hecho un gran porcentaje de la población”. Así lo explica el nuncio apostólico en España, Bernardito Auza, en una entrevista a Antonio Moreno, portavoz del Obispado de Málaga. El representante del Papa en nuestro país celebra el descenso de los contagios por Covid y la vuelta de las procesiones.
“Las procesiones por las calles en Andalucía son una expresión de nuestra fe, una expresión de la fe enraizada en la cultura, en la mentalidad de la sociedad. Las procesiones en la calle son una parte integral de nuestra práctica religiosa”, destaca el prelado, entrevistado el pasado 12 de septiembre, pues había acudido a Málaga invitado por la cofradía de Nuestra Señora de las Angustias Coronada de Vélez para participar en la Misa de apertura de su centenario.
Auza respondió al ser preguntado por el máximo histórico de ateos, no creyentes y agnósticos en España, que ya representan el 38,7% de la población, según el CIS. “En primer lugar, hay que ver cómo se hacen los sondeos, porque se pueden hacer bien o mal”, apuntó. No obstante, “la cuestión de la secularización es un desafío enorme para la Iglesia. Es un problema complejo, con multitud de factores que entran en juego, y que no solo afecta a los católicos, sino también a muchas iglesias protestantes”.
En su reflexión, el nuncio prefiere hablar de “indiferencia a la práctica religiosa” más que de “abandono”. “En algunas zonas en España está bastante bien, mejor que en otros países de Europa occidental. Es un problema que no solamente se verifica en España sino también en otras partes del mundo, pero tenemos la esperanza de que la Iglesia pueda responder a este reto y buscar soluciones y propuestas positivas para hacer frente a estos desafíos”, agregó.
Por otro lado, el diplomático filipino se refirió a la defensa de la Casa común. “La cuestión del medio ambiente es prioritaria para nosotros los católicos. Cuidar la creación es un imperativo moral, teológico, podemos decir. El Señor nos ha confiado la creación y es responsabilidad de todos”, explicó.
Por eso, no entiende que haya algunos sectores que se opongan a este papel activo. “Es difícil comprender por qué. Este es el campo de la Iglesia, es el campo de las religiones. Nosotros creemos que sí, que el cuidado de la creación es una responsabilidad religiosa. Más allá de lo que expliquen los científicos sobre el cambio climático, para nosotros es una cuestión de fe”, subrayó.