Los diálogos entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición, iniciados el 6 de septiembre, siguen su curso en México, con la mediación del gobierno de Noruega, en pos de un acuerdo político que permita destrabar la crisis.
Aunque una gran parte de venezolanos ve con escepticismo estos acercamientos, para Alfredo Infante, coordinador pastoral de ‘Venezuela Camina con José Gregorio Hernández’ y párroco de San Alberto Hurtado, en Caracas, parroquia La Vega, “la recuperación de la institucionalidad democrática, pasa por el diálogo y la negociación”.
Los primeros acuerdos entre las partes: la defensa de la soberanía de Venezuela sobre el territorio de la Guyana Esequiba y la protección económica y social de los venezolanos.
Al respecto el sacerdote jesuita asegura a Vida Nueva que “todo proceso de negociación se inicia siempre con acuerdos que, en el contexto, pudieran parecer marginales, aunque el acuerdo sobre Guyana no lo es, es un acuerdo importante” .
“Sin embargo, el ejercicio del consenso y del acuerdo es muy importante para ir generando una atmósfera progresiva, que vaya creando confianza y una mayor interacción”, acotó.
Por tanto “en los procesos de paz no se va directo al grano, sino que en los acuerdos más neurálgicos primero hay un entrenamiento con otros acuerdos que quizás son menos conflictivos y que sirven de ejercicio entre las partes para consensuar e ir ganando confianza”.
“Por eso este acuerdo con Guyana que en el contexto actual pareciera marginal, que no lo es, resulta un ejercicio de acercamiento, de aproximación y de ir haciendo el ejercicio de acordar”, ha explicado.
Sin embargo, la petición de incorporar a la mesa de negociación al empresario colombiano y testaferro de Nicolás Maduro, Álex Saab, retenido en Cabo Verde y con orden de extradición a EEUU por nexos con el narcotráfico y lavado de dinero, ha significado un duro golpe al diálogo.
Sobre este particular, Infante considera que “el gobierno desde su lógica jugando bien sus cartas –era de esperarse algo así, aunque sorprende y decepciona la jugada– están echando todas sus cartas para habilitar internacionalmente a Alex Saab y así proteger y habilitar a los suyos y, poner en 3y2 a la oposición y al proceso de negociación”.
Por ende “es un gran desafío para la oposición y la sociedad que apuesta por una salida pacifica” y “no está nada fácil la decisión para la oposición negociadora”.
“Soy partidario de no aceptar con facilidad la integración de Saab al proceso, pero tampoco levantarse de la mesa, el gobierno quiere una respuesta reactiva, no política”, acotó.
En este sentido, el papel de Noruega será clave para replantear después de este hecho los criterios y condiciones de diálogo y negociación. “En caso que se llegue a aceptar la participación será a cambio de acordar otros puntos sustanciales dónde el gobierno debe ceder”, señala.
De algo no duda el presbítero: “ Es importante distinguir el tiempo político del tiempo de la justicia, sabiendo que a este Señor tarde o temprano se le puede retomar el proceso, no será fácil, pero no imposible. Su participación en la mesa no lo hace inmune a la justicia, sí, coyunturalmente”.
De ceder a la petición hecha por el régimen chavista, pudiera señalarse de cómplice al equipo negociador, aunque “esa es una consecuencia en todo proceso de negociación para los negociadores, y sobre todo cuando hay sectores con poder mediático sumidos en una sed de venganza, explicable, pero mala consejera”.
Por otro lado, Infante menciona que “el gobierno está claro, que de facto, la negociación no es con la oposición, sino con la comunidad internacional por las sanciones, única fuerza de la oposición, en este sentido”.
Mientras que “desde los zapatos del gobierno, es lógica la propuesta de inclusión de Alex Saab, es parte de su agenda. Pues, pretende dejar claro que el hombre no está incurso en delito, sino que es una víctima de las sanciones internacional”.
Por ahora toca a todos los venezolanos construir la cultura democrática como “tarea urgente y de largo aliento”, porque penden de un hilo la institucionalidad democrática, por eso el tema del diálogo y la negociación, no debe ser sólo en México, debe permear todos los ámbitos de nuestra vida e instituciones”.
“Durante estos 20 años, se han instaurado modos de proceder y gobernar poco democráticos en muchos ámbitos de la vida, creo que el autoritarismo, ha ido conquistando imaginarios y praxis, incluso en los que se autodenominan demócrata”, acota.
De allí que en Venezuela, el testimonio de la Iglesia, que “tanto peso y credibilidad tiene en la opinión pública, pasa por la sinodalidad, y, si hacemos un examen de conciencia, aún estamos lejos de ser una Iglesia sinodal, aunque de positivo tenemos, que hay disposición”.
Foto: EFE