Del 19 al 22 de septiembre se realizará en Varsovia, capital de Polonia, la Conferencia Internacional sobre la Protección de Menores, en la que Colombia estará representada por Luis Manuel Ali Herrera, Obispo Auxiliar de Bogotá y secretario de la Conferencia de Obispos.
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Además Alí Herrera forma parte de la Comisión Pontificia de Protección de Menores del Vaticano, por ello ha dicho en entrevista con Vatican News que “en estos últimos años, sobre todo, las Conferencias Episcopales Nacionales en todo el territorio de Latinoamérica y El Caribe han implementado sus líneas guías”.
Logros desde América Latina
El prelado señaló que “las Conferencias Episcopales han implementado Comisiones Nacionales y Regionales con profesionales, sacerdotes, digamos con personas que trabajan en este campo del acompañamiento de menores de edad y personas vulnerables y ellos han realizado equipos en cada una las Iglesias locales”.
Ha elogiado los esfuerzos del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) con quienes “hace 2 meses tuvimos un Curso de formación de Obispos de Latinoamérica y el Caribe” como también ha reconocido el liderazgo en la protección de menores que tiene la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR) .
Al respecto ha asegurado que “con el liderazgo de la Hermana Liliana Franco, ha motivado en todas estas provincias regionales en Latinoamérica un trabajo para la protección de los menores y las personas vulnerables”.
Asimismo ha destacado el trabajo del Ceprome de la Universidad Pontificia de México, que “ha realizado cursos de formación en toda Latinoamérica y ha creado redes en Argentina, en Chile, Colombia, en Venezuela junto con las Conferencias Episcopales y las Conferencias de Religiosos”.
Una cultura hipersexualizada
De igual forma ha señalado que en la cultura latinoamericana ha venido instalándose “el irrespeto, a la falta de delicadeza con los menores de edad, por ejemplo, hay ciertas actitudes permisivas en la música, en los bailes, en el lenguaje musical de los jóvenes que no son tan delicados y prudentes cuando se tiene que presentar estas cosas a los niños”.
De hecho “se ve una cierta tolerancia a un lenguaje muy hipersexualizado y todo esto pues genera una falta de respeto a los menores de edad. También se percibe en nuestra cultura latinoamericana situaciones en las cuales se va tolerando ese abuso desde la familia, de la escuela, desde los contextos sociales”.
“Razón por la cual la Iglesia Católica tiene que unirse no solamente entre el las diócesis y las Comunidades Religiosas, sino también con las ONGs de la región y con los Estados para que juntos podamos reconocer que la violencia sexual, en abuso sexual, es un problema social”, acotó.
Foto: Shutterstock