Francisco ha animado a los participantes en el Congreso Teológico Internacional, que tendrá lugar en la Pontificia Universidad Lateranense, a “ponerse ante el crucifijo” para volverse “hacia la condición más frágil del hombre”
“El inmenso poder salvador que emana de la debilidad de la Cruz indica a la Teología la importancia de un estilo que sabe combinar la altura del pensamiento con la humildad del corazón”. Con estas palabras el papa Francisco ha profundizado acerca del significado de la cruz para el cristiano. Y lo ha hecho en un mensaje dirigido al superior general de la Congregación de la Pasión de Jesucristo, Joachim Rego, y a los participantes en el Congreso Teológico Internacional, que tendrá lugar en la Pontificia Universidad Lateranense del 21 al 24 de septiembre sobre el tema ‘La sabiduría de la cruz en un mundo plural’.
Por ello, al “ponerse frente al crucifijo”, ha dicho Francisco, “también se nos invita a volvernos hacia la condición más frágil y concreta del hombre y a renunciar a los métodos e intenciones polémicas, compartiendo con corazón alegre el esfuerzo del estudio y buscando con confianza las semillas preciosas que la Palabra esparce en la pluralidad irregular y a veces contradictoria de la cultura”.
“El apóstol Pablo habla de la amplitud, la longitud, la altura y la profundidad del amor de Cristo. Contemplando el crucifijo, vemos cada dimensión humana abrazada por la misericordia de Dios”, ha continuado Francisco. “Su amor kenótico y compasivo toca, a través de la Cruz, los cuatro puntos cardinales y llega a los extremos de nuestra condición, uniendo inseparablemente la relación vertical con Dios y la horizontal con los hombres en una fraternidad que la muerte de Jesús hizo definitivamente universal”.
Así, en una situación caracterizada “por cambios rápidos y complejos”, la Cruz es “fuente de salvación para los hombres de todos los lugares y de todos los tiempos, pues es actual y eficaz”. Por todo ello, el Papa considera, como ha subrayado “muy acertado” este congreso teológico, ya que “propone declinar la Sapientia Crucis en diversos ámbitos -como los desafíos de las culturas, la promoción del humanismo y el diálogo interreligioso y los nuevos escenarios de la evangelización-, asociando una serie de manifestaciones a la reflexión científica, dando fe de su impacto beneficioso en diversos contextos”. Por ello, Francisco ha animado a leer de una forma “renovada” y a partir de los frutos de este Congreso “los desafíos contemporáneos a la luz de la Sabiduría de la Cruz, para propiciar una evangelización fiel al estilo de Dios y cercana al hombre”.