“Están enfermos de odio, tienen que ser reprendidos”. Es el diagnóstico que realiza el padre Ángel García, presidente y fundador de Mensajeros de la Paz, sobre los participantes en la manifestación neonazi celebrada en Chueca, cerca de la iglesia de San Antón que regenta. Para el sacerdote, “nadie en su sano juicio es capaz de ofender como hicieron en esa concentración. Lo que hay que hacer es curarles de ese odio”. “Uno siempre se siente dolido y piensa que no puede ser verdad que esté pasando”, añadió. A pesar de este suceso, el padre Ángel considera que “vivimos en un mundo mejor que cualquier otro que hayamos vivido, un mundo mejor es posible”.
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Así se expresó ayer por la tarde en una mesa redonda sobre solidaridad que organizó el Club Siglo XXI, en la que estuvo flanqueado por el exsecretario general de UGT Cándido Méndez y el exconcejal del PSOE Antonio Miguel Carmona.
Sobre la cuestión que les reunía, el padre Ángel considera que “la solidaridad es patrimonio de todos, ricos y pobres, de los de derechas y de los de izquierdas”. Desde ahí, reclamó que se mantenga al margen de las batallas políticas y puso en valor cómo este sentimiento de ayuda ha llegado a todos los rincones durante la pandemia.
Llegar al corazón
Tampoco dudó en animar a los responsables públicos a dejar a un lado sus disputas y a promover el diálogo. “Traten de llegar al corazón”, les planteó, con una encomienda directa: “Erradicar la pobreza”.
“La solidaridad es cercanía y compartir lo que tenemos”, expuso, subrayando que cualquier detalle suma: “Sólo con escuchar no sabemos el bien que podemos hacer a los demás”.
