Los galardones se entregarán el 18 de octubre en la Universidad Francisco de Vitoria
El Regnum Christi ha desvelado a los ganadores de la VIII edición del premio Alter Christus, con el cual busca poner en valor y agradecer la dedicación fecunda y, en gran medida desconocida, que los sacerdotes aportan a toda la sociedad. Los galardones se entregarán el lunes 18 de octubre, en la Universidad Francisco de Vitoria, a las 19:00 horas, y podrá seguirse a través de YouTube.
Alter Christus es un apostolado del Regnum Christi destinado a acompañar y atender a los sacerdotes, principalmente en ambientes rurales y con gran carga de trabajo, por medio de misiones, formación, ejercicios espirituales o dirección espiritual. Entre las actividades que organiza anualmente, desde hace ocho años, está la entrega de estos Galardones.
Lorenzo Trujillo nació en Aldea del Rey, Ciudad Real, en 1943. Se licenció en Derecho por la Universidad de Valladolid en 1965, año en el que también ingresó en el Seminario de su diócesis. Está licenciado en Teología por la Universidad Gregoriana de Roma y actualmente es párroco de San Pedro, en la capital manchega. Su vida ha sido una dedicación constante al seminario y a los seminaristas, incluso mientras simultaneaba con otras labores como la parroquia de Las Casas o sus años misioneros en Colombia.
Durante 29 años ha sido Rector y profesor del Seminario de Ciudad Real. Es autor de numerosos libros y artículos, y ha colaborado con el Secretariado de Seminarios y del Clero y la Comisión para la Doctrina de la Fe en la Conferencia Episcopal Española..
Don Jorge nació en Ávila en 1957 y se ordenó sacerdote en 1986. Actualmente es administrador parroquial de Nuestra Señora de la Guía, coordinador de Cáritas del Arciprestazgo y coordinador territorial de la Vicaría I para el desarrollo humano integral y la innovación de la archidiócesis de Madrid.
Durante 22 años vivió en su propia casa con grupos de jóvenes con problemas de drogas en un programa de desintoxicación, y desde 2009 vive con jóvenes africanos en un programa de acogida e inserción social. Tal y como explica, ahora “la parroquia se ha convertido no solo en un lugar de culto o de catequesis, sino de encarnación, un lugar en el que Dios se ha hecho presente y han sido imagen de Dios en el barrio”.
Julio nació en 1968 en Albanchez de Mágina (Jaén) y fue ordenado el 2 de mayo de 1993. Desde entonces siempre ha trabajado en parroquias: Villacarrillo, Cristo Rey de Jaén, Cazalilla y Espeluy, Marmolejo… En 2008 fue trasladado a la parroquia de San Pedro Poveda, en Jaén, en donde se desvive por las familias a través del trato personal, los “cursos para parejas”, los grupos Delta, el “Reloj de la familia”, talleres del perdón… convencido, como pide el Papa, de que la parroquia es “una familia de familias” (Amoris laetitia 202). También ha sido delegado diocesano de catequesis y director de la extensión en Jaén del Instituto de Ciencias Religiosas de la Universidad de San Dámaso.
Joaquín nació en Madrid en 1979 y en 2008 fue ordenado sacerdote. Tras diez años en la parroquia Santo Tomás Moro, de Majadahonda, fue nombrado párroco de San Clemente Romano, en Villaverde. Su cuenta Instagram (@joaquinconp) cuenta con 40.000 seguidores, desde donde publica contenido positivo y “para crecer”. Durante el confinamiento, sus misas se vieron en muchísimos hogares y tuvieron miles de visualizaciones. Joaquín ve en Instagram una oportunidad para llegar a las personas que menos han oído hablar del Jesús o que están más alejadas. También cuenta con un podcast en Spotify titulado ‘Al lío’, en el que aborda temas de fe, espiritualidad y estilo de vida.
Benito nació en 1967 en Pontevedra y fue ordenado en 1992. Como párroco de Tui-Vigo ha estado en numerosas parroquias rurales, donde no ha dudado en aprovechar todos los recursos posibles para llevar el anuncio del Evangelio a todos, organizando misiones, entre otras cosas, con el apoyo de jóvenes de Cursillos de Cristiandad.
Actualmente es capellán del hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, donde optó por no abandonar a los enfermos de Covid-19 y atender también con su cariño al personal sanitario, el cual se encontraba aislado de sus familias y sobrecargado. Su entrega quedó clara cuando explicó a la prensa que “no he salido del hospital. Para que no se contaminaran todos los capellanes, decidí quedarme y cuando yo caiga, si es que caigo, otro me sustituirá, pero de momento estoy aquí”.