‘Viejos miedos, nuevos muros’. Con este titular sobre una gran imagen de una hilera de coches en medio de la frontera entre México y Texas en los Estados Unidos abre la edición diaria de L’Osservatore Romano de este jueves, 23 de septiembre. Los coches perteneces a la Guardia Nacional de Texas y el Departamento de Seguridad Pública del estado dispuestos para hacer de barrera ante los migrantes que esperan cruzar a los Estados Unidos.
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Campamentos improvisados
De esta manera el diario de la Santa Sede denuncia la situación de los más de 8.500 migrantes que permanecen bajo el Puente Internacional sobre el río Bravo que conecta la ciudad estadounidense Del Río con la mexicana Ciudad Acuña. Una auténtica barrera de vehículos que refuerza la frontera natural en la que han quedado muchos migrantes haitianos bloqueados.
Esta denuncia llega después de que se hayan hecho virales en las redes sociales algunas de las persecuciones de los agentes estadounidenses montados a caballo. La reacción a estos enfrentamientos no se ha hecho esperar y muchas asociaciones han denunciado la situación inhumana que se vive en los campamentos improvisados los métodos de los agentes de frontera. También la ONU, añade el periódico vaticano, también ha dado la voz de alarma sobre la situación que se vive en Del Río. En las últimas horas, Daniel Foote, enviado especial de Estados Unidos para Haití, ha presentado su dimisión.